Si existe un vegetal que me ha enseñado a escuchar a mi jardín es la acelga suiza. Durante años, he batallado con el cultivo de espinaca, frustrada por su germinación deficiente. Mientras tanto, mi acelga suiza estaba siempre próspera y vibrante cada primavera la cultivo a partir de semillas y crece de manera independiente hasta la primera nevada del otoño.
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Eventualmente dejé a un lado los sueños de cultivar espinaca y sustituí a esa hoja verde y caprichosa, por la ligeramente terrosa acelga suiza. No he vuelto a mirar atrás. Aunque la acelga suiza se presenta de muchas maneras, la variedad multicolor brinda un espectro completo de los colores del arcoíris, tal como un ramo floral comestible. Es, sin lugar a equivocarse la acelga más bonita y sabrosa que puedes cultivar. Sigue estos pasos para hacerlo tú mismo.
Adelgaza la fila
Puedes plantar acelga a inicios de la primavera, finales del verano, o en áreas con inviernos menos agresivos, en otoño. Siembra las semillas en fila con dos pulgadas de separación entre cada una y a una profundidad de media pulgada, con 18 pulgadas de separación entre cada fila, o el espacio suficiente para que puedas caminar entre cada una.
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Conforme crezcan, retira las plántulas para mantener una fila densa, pero no sobrepoblada, con plantas maduras cada 6 pulgadas. Esto debería crear una cobertura que brinde sombra adecuada al sustrato y evite el crecimiento de maleza.
Cosecha frecuentemente
La acelga suiza crece rápidamente así que no temas en cortar y recolectar frecuentemente las hojas que crezcan al menos 3 pulgadas por encima del sustrato, dejando las hojas interiores tiernas y suaves como punto de crecimiento. Dales un buen uso a esas ojas preparando la famosa Tegliate di Biete de Marcella Hazan’s, que requiere nada más y nada menos que 2.5 libras de acelgas.
Mantenlo en orden
Las plantas limpias no solo son bonitas a la vista; también logran sobrevivir más tiempo. Los tallos débiles o rotos son susceptibles de pudrirse en condiciones húmedas, así que asegúrate de retirarlas a tiempo.
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Para evitar el crecimiento de maleza, cubre con una capa de madera triturada alrededor de las plántulas una vez por temporada.
Nutre e hidrata
Pese a que la acelga suiza puede soportar climas secos, necesita agua y nutrientes de manera regular. Riega el sustrato de manera profunda y lenta, aproximadamente una pulgada de agua por semana, a menos que llueva. Fertiliza mensualmente con no más de 1/3 de taza de fertilizante vegetal orgánico granulado por planta, o como lo indique la etiqueta.
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Un consejo fresco
Si por alguna razón, terminas cosechando más acelga fresca de la que puedes aprovechar congélala para después. Con un cuchillo bien afilado, corta las hojas, recorta los tallos y lava todo muy bien; seca al aire libre durante 30 minutos o una hora, pasado este tiempo separa las hojas y los tallos y colócalas en bolsas para congelar.
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