Carlo Petrini y su movimiento Slow Food en México

Conoce más acerca de este movimiento y su creador.

febrero 1, 2019

Carlo Petrini y su movimiento Slow Food en México

Foto: Pexels

La vida en la actualidad es acelerada en todos los aspectos, sobre todo en las ciudades y en nuestra manera de comer. Por esto y más, es que en 1980 nació el movimiento de Slow Food con el objetivo de defender las tradiciones regionales, la buena alimentación, el placer gastronómico y un ritmo de vida lento. Todo esto fue realizado por el italiano Carlo Petrini, quien en una de sus primeras labores en 1986, realizó una manifestación en contra de que pusieran un McDonald’s en la Plaza España, en Roma. Actualmente Carlo es un maestro en el tema de los alimentos, ha estado propagando su movimiento por todo el mundo ¡y ahora es el turno de México! Petrini visitó nuestro país para presentar su más reciente libro, “El Arca del Gusto en México” y nos explicó más a fondo su movimiento, que no sólo se enfoca en disfrutar la comida a un ritmo adecuado, sino en apreciar los productos locales de cada país. “El desafío más grande que ha enfrentado Slow Food es convencer a los campesinos y ciudadanos de estar orgullosos de su propia producción. El trabajo de Slow Food es dar un valor agregado a productos que aunque parecerían simples, son la riqueza más grande que pueda tener un país”, aseguró el italiano. Asimismo, continuó: “Sí, se trata de tener alimentos buenos, limpios y con un precio justo, pero esto no se puede lograr, si primero no estamos enamorados de nuestros productos. Hay que quererlos y de ahí empezarlos a cuidar para lograr algo más grande. Este libro es sin duda, un paso gigante para México”. En cuanto a la forma de comer del mexicano y de las personas en general, el experto explicó que antes la comida era vista como una fuente vital de energía para poder vivir, no como un placer. Sin embargo, Slow Food y muchos otros chefs han contribuido a que crezca la conciencia de la comida. Actualmente se disfruta y se aprecia más, incluso existe un ávido deseo de información en el que la gente quiere saber qué están comiendo y de dónde viene cada producto. Un claro ejemplo, son las personas que comen productos orgánicos. Carlo Petrini concluyó que este un avance muy positivo para los países y su gastronomía.

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