Five o´clock tea o café negro: esa es la cuestión. Café y té respectivamente son las infusiones más populares en todo el mundo. Con sus variantes -tanto en sabor como en forma de preparación y rituales que los acompañan- ambos forman parte de la vida cotidiana en Oriente y en Occidente. Pero, ¿es posible elegir uno por sobre otro en función de sus características y efectos en la salud?
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Tanto el te como el café tienen efectos positivos en la salud y otros que para evitar que se conviertan en no deseados, es necesario regular sus cantidades.
Cafeína: ¿Cuánto contiene el té y cuánto el café?
La cafeína es el estimulante más estudiado y consumido en el mundo, presente en muchas bebidas comunes, incluyendo el café y el té. Si bien el contenido de cafeína puede variar según el tiempo de preparación, el tamaño de la porción o el método de preparación, el café puede contener fácilmente el doble de cafeína que una porción igual de té.
La cantidad de cafeína considerada segura para el consumo humano es de 400 mg por día. Mientras que una taza de café de 8 onzas (240 ml) contiene un promedio de 95 mg de cafeína,una porción de té negro aporta 47 mg.
¿Qué efectos tiene la cafeína en el organismo?
Aunque los científicos se han centrado principalmente en el café al investigar los efectos positivos de la cafeína, ambas bebidas, a pesar de contener diferentes cantidades de esta sustancia, pueden proporcionar sus beneficios asociados.
La ingesta de cafeína puede reducir el riesgo de ciertas enfermedades crónicas y mejorar el rendimiento atlético, el estado de ánimo y la alerta mental. Además, la cafeína puede reducir el riesgo de diabetes tipo 2 al mejorar la sensibilidad a la insulina.
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Antioxidantes: proporciones en el té y en el café
Los antioxidantes protegen el cuerpo contra el daño de los radicales libres, lo que puede ayudar a prevenir el desarrollo de ciertas enfermedades crónicas. De acuerdo con la publicación médica Healthline -especializada en temas de nutrición saludable- tanto el café como el té están cargados de antioxidantes, principalmente polifenoles, que contribuyen a su sabor característico y a sus propiedades saludables.
Recientes estudios en tubos de ensayo descubrieron que los polifenoles del té negro inhibieron el crecimiento de células cancerosas de pulmón y colon, y finalmente las eliminaron. Por otro lado, estudios en tubos de ensayo sobre las propiedades anticancerígenas del café han encontrado que su contenido de ácido clorogénico actúa como un potente inhibidor del crecimiento de células cancerosas, protegiendo contra el cáncer gastrointestinal y hepático.
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Café y té como fuente de energía
Tanto el café como el té pueden darte un impulso de energía, pero de diferentes maneras. La cafeína en el café eleva tus niveles de energía al aumentar la dopamina y bloquear la adenosina. El té, aunque tiene menos cafeína, es rico en L-teanina, un poderoso antioxidante que también estimula tu cerebro.
A diferencia de la cafeína, la L-teanina puede proporcionar efectos antie-estresantes al aumentar las ondas alfa del cerebro, lo que te ayuda a calmarte y relajarte.
En definitiva, té y café tienen efectos similares para la salud. La cantidad adecuada y el real aporte en tu organismo solo podrá serte indicado por un especialista. Recurre a él ante la menor duda.
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