
La Petite Maison lleva el espíritu de la Riviera francesa a Marbella con un pop-up en Boho Club. Una experiencia efímera que celebra el producto, la sencillez y el arte de vivir mediterráneo.
Puente Romano Private Resort, el destino gastronómico del Mediterráneo
Desde su apertura en Niza en los años 80, La Petite Maison se ha convertido en sinónimo del arte de vivir mediterráneo. Su filosofía —“Tout est dans le produit”— resume una forma de entender la gastronomía basada en la sencillez y en el respeto absoluto por el producto. Platos coloridos, servicio refinado y mesas donde abundan los limones, los tomates y el aceite de oliva: símbolos de una cocina que celebra la luz del sur de Francia. Y ahora la del sur de España.

Hoy, con locales en Londres, Dubái, Miami, Abu Dhabi, Hong Kong o Riyadh, el grupo LPM Restaurants ha sabido mantener su ADN inconfundible allí donde aterriza. Y ahora ese espíritu llega a la Costa del Sol con una propuesta efímera: un pop-up en el hotel Boho Club Marbella, abierto hasta el 30 de noviembre, que sirve como anticipo de la apertura definitiva prevista para 2026 en el mismo complejo.

El menú: sencillez con acento francés y luz mediterránea
Para esta ocasión, La Petite Maison ha desplegado todo su encanto bajo la dirección de su chef ejecutivo Celso Nazares, acompañado de un equipo internacional que combina precisión francesa y desparpajo mediterráneo. Su propuesta, hedonista y luminosa, celebra el producto sin disfraces: los tomates, los limones y el AOVE —símbolos de la casa— aportan color y frescura a cada mesa y cada bodegón.
La carta arranca con los clásicos escargots con mantequilla de hierbas y continúa con el carpaccio de yellowtail con guacamole y aderezo cítrico que transportan a esa luz, esos colores y esa mezcla irresistible de glamour y naturalidad que caracteriza esas lindes del Mediterráneo. Luego unas ostras, una tapenade de aceitunas o la burrata con tomates provenzales, un plato que podría haber salido de cualquier mercado de Niza.

Entre los principales, el lenguado a la parrilla llega impecable, con un punto de cocción que permite que la carne se deslice sola del hueso. El poulet entero con foie y trufa rinde homenaje a la cocina burguesa francesa, mientras que el filet mignon con puré de apionabo conquista por su textura y profundidad. Para quienes prefieren opciones más ligeras, le linguine al caviar o los delicados langostinos al limón alegran la vista, el olfato y el gusto.
En el apartado dulce, la cheesecake de vainilla Tahití, alcanza una delicadeza y elegancia que humedecen los ojos. La carta de vinos combina etiquetas francesas y españolas, y entre los cócteles brilla el Tomatini, emblema de la casa que condensa en una copa el espíritu de La Petite Maison.
La apuesta por Boho Club Marbella
El escenario elegido no podría ser más acertado. Boho Club Marbella, con su estética contemporánea, sus jardines exuberantes y una atmósfera relajada, se ha consolidado como uno de los enclaves más singulares de la ciudad. Su desayuno ha sido reconocido como el mejor de hotel en España, y su propuesta de bienestar sigue creciendo con la reciente apertura de Boho Wellness: un circuito que incluye sauna de infrarrojos, ducha de vapor e ice bath con ejercicios de respiración guiada, además de dos camas curativas diseñadas para activar o relajar la energía según el momento. Las piscinas entre jardines y el gimnasio al aire libre completan una experiencia pensada para disfrutar sin prisas.
Hasta finales de noviembre, La Petite Maison ofrece en Boho Club una invitación a viajar a la Riviera sin salir de la Costa del Sol. Una cita efímera que promete dejar huella antes de su regreso definitivo.