Hace justo un año, mientras paseaba por la FIL del Palacio de Minería en la Ciudad de México, me encontré un libro que a simple vista parecía un recetario de cocina casera, pero a medida que lo hojeaba me di cuenta de que el tema de la comida era solo un pretexto para hablar de las madres buscadoras pertenecientes a 10 colectivos del estado de Guanajuato.
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La introducción al tema de la búsqueda de hijos, hermanos, padres y amigos es una analogía que Daniela Rea trabaja de forma impecable al referirse a los campos como un lugar en el que originalmente se cosechaba, se generaba vida, y ahora es un lugar que las madres recorren con palas y picos para buscar a seres queridos que ya no están, que de forma violenta e intempestiva desaparecieron de sus ciudades y pueblos.
Cuando terminé de leer el recetario, busqué a las tres mujeres que unieron esfuerzos para publicar este libro y así llegué a Zahara Gómez, encargada de la fotografía del libro y que sin duda es uno de los grandes pilares del proyecto ya que sus imágenes reflejan ese cariño que a través de las recetas y su preparación, las madres, hermanas, esposas y amigas reflejan por los que perdieron y a quienes siguen buscando.
El primer recetario, sin embargo, no nació en Guanajuato sino en Sinaloa dos años después de que Zahara documentara y acompañara a las madres buscadoras del colectivo Las Rastreadoras del Fuerte, de los Mochis. Les propuso coordinar la publicación de las recetas que preparaban para sus familiares desaparecidos, y así empezó un arduo trabajo que culminó en 2020 con la publicación de este primer libro.
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“La idea era generar un objeto que fuese puente, que rompiera la estigmatización de las familias que buscan y que invitara a la sociedad a ser parte de su trabajo”, como Zahara me platicó en entrevista. Por otra parte, las ganancias sirvieron para mantener la búsqueda de estas personas y encontrar justicia en un sistema complejo que poco ayuda a estos colectivos.
A partir de la difusión del proyecto fue que el colectivo Buscadoras Guanajuato buscó nuevamente a Zahara para editar un nuevo recetario en el que participaron activamente diez colectivos. Tras la pandemia, esta nueva edición se logra publicar en 2021 con el apoyo del Sistema de Apoyos a la Creación y Proyectos Culturales (SACPC) a través de la vertiente del Fomento a Proyectos y Conversiones Culturales y otras instituciones como la Universidad Iberoamericana de León, Artículo 19, Panorama, Open Society, la Red de Periodistas de a Pie y Jaime Durán.
A diferencia de la primera edición, en esta segunda versión se incluyeron retratos de las buscadoras ya que para Zahara era indispensable incluir el retrato de las mujeres que luchan por encontrar a sus desaparecidos. “Las participantes nos recibieron en sus casas y compartimos su intimidad. Las fotografías son el resultado de compartir, del tiempo en la cocina, de la preparación de las recetas y de lo que hablamos sobre la desaparición y la violencia, pero aún más sobre la fuerza de lo colectivo, la lucha y la resistencia”.
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Y si hablamos de búsqueda, ésta por supuesto no solo se limita al campo, sino a fiscalías, a los expedientes, a lo que se encuentra en línea. Las personas que buscan lo hacen en todos lados y con todos los medios a su alcance, y esto es algo que también refleja el recetario: la desaparición de carpetas de investigación, la ineficiencia de autoridades locales, la magnitud del problema a fin de cuentas.
Por último, es importante mencionar que el diseño del libro, a cargo de Clarisa Moura, aporta detalles como el bordado de un mantel para la portada del recetario, o un forro que lo cobija y al desplegarlo se convierte en el mapa de los campos de Guanajuato en los que estos 10 colectivos se acompañan para buscar a sus desaparecidos.
El esfuerzo y dedicación de Clarisa Moura, Daniela Rea y Zahara Gómez, coautoras del libro, y Alejandra Díaz, coordinadora editorial, dan por resultado este recetario repleto de moles, panqués, arroces, mixiotes, tacos y enchiladas. Es un buen pretexto para abrir diálogos y poner sobre la mesa, además de comida, a esas ausencias sin justicia que hoy suman más de 100,000 personas desaparecidas en México.
Recetario para la Memoria. Homenaje para los que ya no están.
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