Pensar en un maridaje entre accesorios para vestir y comida parece algo casi imposible, pero esta experiencia gastronómica sí existe y es una creación del chef Poncho Hernández, embajador de la marca suiza Oris.
El maridaje entre comida y horología se presenta en un menú de tres matrices, en las cuales se toman como base distintos elementos de los guardatiempos seleccionados por el chef, para ser posteriormente expresados en creaciones auténticas y novedosas.
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De entrada, el sashimi de salmón salvaje viene espolvoreado por ceniza de cebolla y sal de humo, limón yuzu, soja y aceite de ajonjolí; los cuales, en conjunto, asemejan la textura y color del denim o mezclilla utilizada en la correa del modelo Oris X Momotaro.
Como plato fuerte, los camarones rellenos de Duxelle de champiñones con ravioles se presentan junto a una teja negra hecha de harina y tinta de calamar, a similitud del coral marino, elemento propio de un modelo para buzos, como el Oris Aquis Date Calibre 400, por cierto, el lanzamiento más importante del año para la empresa.
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De postre, los buñuelos con chocolate y azúcar al cardamomo con helado de café combinan sus tonos marrones y de bronce, tal cual se muestran en la carátula, bisel y enlace central del brazalete del Divers Sixty-Five; tercer y última pieza honrada en esta selección gastronómica-relojera.
Original, singular y sobre todo muy personal, así se podría definir esta ingeniosa colaboración entre Alfonso Hernández y Oris, una firma que hoy nos marca rumbos muy creativos para comer y, por supuesto, nuevos momentos para regalar alguno de sus modelos en estas fiestas de fin de año.
