
La ceremonia del pan comienza en el horno, con sus olores. Continúa cuando se saca y se lleva a la mesa, aún caliente. Cuando se parte, se comparte y se disfruta, completa su ciclo de vida perfecto. En el nuevo Panio Atelier du Pain de San Miguel de Allende ya es posible disfrutar de esa fiesta, y es que a diferencia de los otras dos tiendas que ya existían en la ciudad, ésta aloja un pequeño taller donde se puede aprender a hacer pan junto a expertos maestros con un gran legado y conocimiento.El lugar -una pequeña fábrica con especial cuidado en el interiorismo- cuenta con un comedor de corte moderno en el que existen opciones para desayunar, comer o cenar. También tiene un área de panadería y pastelería que conjuga tanto la tradición francesa como la italiana y una vitrina de alimentos listos para llevar a casa. Parte del encanto de este taller es que la arquitectura no oculta las tuberías, ni los ingredientes: aquí se exhiben la cocina, las preparaciones y las mesas de trabajo donde Don Raúl y su equipo le dan vida al pan salado. En la parte de arriba se encuentran las áreas de producción de la viennoiserie, especializada en panes de hojaldre, y la patisserie liderada por el francés Claude Petit.