El Camelio: el restaurante en Santiago de Compostela que invita a retomar la rutina con sabor y calma

Septiembre es el momento en el que la rutina regresa aún más fuerte, las agendas se llenan y las ganas de compartir tiempo de calidad con amigos y familia se multiplican. 

El punto de encuentro ideal en Santiago

El Camelio es el restaurante que reside en el Hotel Palacio del Carmen, Autograph Collection en Santiago de Compostela. Se ha posicionado como el lugar de encuentro perfecto para retomar reuniones, conversaciones y momentos especiales tras el verano en todo Santiago.  

Se trata de un entorno elegante y tranquilo que ofrece la excusa ideal para reunirse alrededor de la mesa y retomar conversaciones y proyectos en un entorno privilegiado. 



Un entorno elegante para reuniones y momentos especiales

A pesar de que llega a su fin el verano, en septiembre, la terraza es un lugar especial en el que alargar conversaciones al aire libre en un ambiente relajado en el que una de sus características principales es la calma tan propia de El Camelio. 

Si eres de los que prefieren estar a refugio, su acogedor comedor será tu aliado perfecto, creando un ambiente que invita a disfrutar sin prisas. 

Comedor interior de El Camelio

Esta propuesta refrescante resume el espíritu de El Camelio: sabor, calma y el placer de volver a reunirse

Cocina gallega con un toque renovado

Su carta de restaurante incluye recetas que respetan las raíces gastronómicas gallegas con toques renovados.  

Platos destacados son la ensalada de ventresca de Cariño con aguacate con tomatitos confitados y cebolla crujiente; el salpicón de pescado y marisco de temporada con vinagreta de Albariño y microbrotes o el tartar de tomate negro, mango y aguacate con leche de tigre.  

Todos ellos son ejemplo de la combinación de la frescura y el sabor como protagonistas exclusivos en cada plato.  

El toque dulce es un imprescindible, para ello, la carta de El Camelio cuenta con la tarta de Santiago 100% almendra con acompañamiento de helado de vainilla. 

Para aquellos que no quieran poner fin a su velada, el broche de oro les espera al final de la carta. Uno de sus granizados, como el de Möet & Chandon y limón o el de mandarina siciliana y Oporto.