Hubo un tiempo en el que habría jurado que el acompañamiento perfecto para una hamburguesa era un martini. Pero mi lealtad ha cambiado: el Manhattan es el verdadero rey.

Me llevó un tiempo llegar a esta conclusión, pero luego me sirvieron una versión realmente mediocre de ambos: una triste hamburguesa estilo smashburger y un Manhattan ligeramente demasiado dulce con una cereza marrasquino artificial de color rosa neón en el fondo de un vaso en forma de V, empujado a lo largo de la barra en una bandeja de aluminio estilo cafetería.

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¿Y adivina qué? Aún así era bastante bueno.

Si bien no puedo evitar pensar en esto como una extensión del paradigma de la pizza (la teoría de que incluso la pizza mala sigue siendo bastante buena), cuando tanto la hamburguesa como el Manhattan son excelentes, ese es un momento que vale la pena buscar y saborear cuando lo encuentras.

Pero, ¿por qué los Manhattan y las hamburguesas funcionan tan bien juntos? Los profesionales tienen algunas teorías.

Teoría n.° 1: es el whisky

Adam Montgomerie, gerente de bar en el restaurante de carnes Hawksmoor de Nueva York, atribuye al whisky el mérito de realzar los sabores de la hamburguesa. (Te recomendamos la deliciosa hamburguesa con queso de Hawksmoor, que se sirve solo a la hora del almuerzo, servida con médula ósea y papas fritas con grasa de res).

Me encanta una hamburguesa con un Manhattan, dice Montgomerie. Creo que hay algo en la carne y el whisky que funciona muy bien juntos, y un Manhattan es definitivamente un cóctel con mucho whisky. Por lo general, opta por el whisky de centeno, y observa que ese toque picante que el centeno aporta al cóctel también funciona muy bien con la hamburguesa.

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Teoría n.° 2: es el vermut

Mi siguiente parada: Ryan Fitzgerald, copropietario del ABV de San Francisco. Si bien este relajado bar ha sido celebrado por su hamburguesa apilada (sí, la del video del beisbolista, Gabe Kapler), es más conocido por su destreza con los cócteles.

Así que tal vez no debería haberme sorprendido cuando Fitzgerald dijo que nunca había intentado combinar los dos. De hecho, me mantuvo en vilo mientras salía corriendo y probaba la combinación él mismo, incluso comparándola con otras tres bebidas. El Manhattan ganó el concurso, sin lugar a dudas. Su teoría: todo se trata del vermut.

“No estaba convencido”, admite. “Un Martini o un Old-Fashioned o incluso un Bamboo parecían ser mejores, como lo haría una gran copa de vino tinto, con su acidez y taninos”.

Sin embargo, dado que el vermut dulce es básicamente vino tinto, aunque fortificado y aromatizado con agentes amargantes y botánicos, no es de extrañar que la bebida funcionara. La riqueza de la base de vino tinto complementó la de la carne, pero aún así proporcionó la acidez suficiente para cortar la grasa.

“El Manhattan fue de lejos el mejor maridaje con nuestra hamburguesa”, admite Fitzgerald.

Además, señala que las otras tres bebidas estaban adornadas con un toque cítrico, que “chocaba” con la hamburguesa, agregando demasiada acidez.

Teoría n.° 3: es la hamburguesa

Francamente, una buena hamburguesa no necesita muchos adornos, dice George Motz, experto en hamburguesas y propietario de Hamburger America en la ciudad de Nueva York.

“Una hamburguesa tiene todo lo que necesitas en la boca a la vez, y la temperatura, el sabor y la textura cambian todo el tiempo”, dice. Esto incluye el crujido satisfactorio de la parte exterior de una hamburguesa de carne bien asada a la plancha, el ácido y la sal de un pepinillo, la exquisitez de una rebanada de queso o tal vez un poco de mayonesa o salsa.

Lo único que falta: una bebida, preferiblemente una que ayude a la digestión.

Siempre recomiendo un cóctel de whisky con una hamburguesa para elevar la experiencia, dice. Una cerveza puede ser demasiado saciante, un refresco puede ser demasiado dulce.

La combinación funciona tan bien, dice, porque ambos elementos parecen simples, pero son realmente complejos. Un cóctel de whisky de tres ingredientes es la opción correcta para complementar una humilde hamburguesa, y viceversa.

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Teoría n.° 4: es el lugar

En algunos lugares se prepara una hamburguesa estelar, en otros un Manhattan de primera categoría. Pero, ¿por qué es tan difícil encontrar restaurantes que hagan bien ambas cosas?

[Posiblemente] se debe a que las hamburguesas se consideran demasiado simples para aparecer en los menús donde los camareros se preocupan por preparar una gran bebida, dice Fitzgerald. De manera similar, los lugares donde se ofrecen hamburguesas suelen ser lugares donde las bebidas son una idea de último momento, y los Manhattan terminan siendo agitados con vermut muerto.

Y aunque se puedan comer ambas cosas en el mismo lugar, eso no siempre significa que se deban comer, advierte Motz. En algunos bares, puede optar por una pilsner muy buena, mientras que una hamburguesa para llevar siempre debe acompañarse con una cerveza de raíz o tal vez incluso un batido de chocolate. Pero en momentos elevados, como los tipos de lugares en los que también se puede encontrar un bistec en el menú, un Manhattan es la combinación perfecta. En cierto modo, estás elevando el estatus de la hamburguesa al estatus del cóctel, dice Motz.

Para evitarte la triste experiencia de Smashburger, si visitas alguna de estas ciudades te recomendamos hay algunos bares y restaurantes que pueden hacer justicia a la combinación Manhattan/hamburguesa.

• Long Island Bar, Brooklyn: Montgomerie y Fitzgerald mencionaron este pilar de Brooklyn como una visita obligada. Las bebidas son de mis favoritas en la ciudad, y su hamburguesa también es muy buena, dice Montgomerie. Además, hay algo en el lugar que te hace sentir como si estuvieras comiendo lo correcto, en el lugar correcto en el momento correcto.
• Red Hook Tavern, Brooklyn: Según Montgomerie, su hamburguesa es increíble, y los camareros también saben cómo preparar un Manhattan espectacular.
• NOPA, San Francisco: Sé que las hamburguesas son muy buenas, y sé que los camareros pueden preparar bebidas sólidas, dice Fitzgerald.
• Minetta Tavern, NYC: Es la mejor experiencia para tomar algo ahora, observa Motz. La gente dice que nunca puedes entrar para cenar, pero puedes entrar el jueves para almorzar, sentarte y tomar un cóctel y una hamburguesa en el bar.
• Hillstone: Sí, la cadena nacional de restaurantes. Es probable que los otros lugares tengan un buen Manhattan, pero San Francisco definitivamente lo tiene, señala Fitzgerald.

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