Una de las mejores formas de explorar las costumbres de un país, sus cualidades y diferenciadores, es sin duda a través de su gastronomía. Mediante cada platillo, descubrimos historias, ingredientes que nos dan incluso señales de geografía, recetas que también son reflejo de intercambios culturales, migración, infancias. Es así como nace “Chef’s Viajam”, una iniciativa de Marriott International que pretende mediante cenas a cuatro manos de los chefs que dan forma a sus cocinas, desvelar las diferentes gastronomías de los destinos en que se enclavan sus distintos conceptos de hospitalidad. Pero que una vez que la vives, te das cuenta que expresa más que eso.
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“Chef’s Viajam” no sólo es una exquisita cena. Es ser testigo de los grandes talentos que abanderan cada uno de los conceptos gastronómicos que se desarrollan bajo la bandera de Marriott, de su manejo de técnicas en los fogones; pero también de sus individualidades, de las vivencias que forman a cada uno de esos chefs, y del amor así como pasión que cada uno siente por sus identidades culinarias. “Chef’s Viajam” es la expresión de que la gastronomía no tiene fronteras, y que al final todos somos el resultado de constantes intercambios culturales, que se disfrutan mejor cuando se comparten en la mesa.
Pero también es el ejemplo de cómo la comida une a quienes disfrutan de ella. Basta con atestiguar el ambiente en la cocina entre los chefs que ofrecen cada banquete, y lo mismo observar en sala cómo cada comensal se maravilla con los diferentes bocados. Prueba de ello fue su primera edición, a cargo del chef Ícaro Rizzo, líder del restaurante Neto de JW Marriott Hotel São Paulo, quien recibió al chef Ataniel Souza de LEtoile recomendado por la Guía Michelin 2024, ubicado en el Sheraton Grand Rio.
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Durante la velada, los sabores ítalo-brasileños de Ícaro se combinaron con las técnicas francesas de Ataniel para dar forma a creaciones con ingredientes frescos y locales. A lo largo de seis tiempos, ambos chefs hicieron gala de sus destrezas así como de su amplio conocimiento por cada una de las cocinas que representan. La experiencia comenzó con un amuse bouche de ostra fresca con ponzu de limón siciliano y manzana verde, preparado por Ícaro, seguido por la refrescante y llena de sabores entrada fría, un crudo de atún con crema de aceto Di Modena, pistacho y cuajada.
Ataniel fue el encargado de inaugurar la parte caliente con una exquisita bouillabaisse de mariscos, un plato de código francés que constó de una mezcla de mariscos y pesca del día, con reducción de sopa bouillabaisse, tostada de baguette con salsa rouille y mini ensalada de hinojo anisado en mantequilla de avellana con microverduras.
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Posteriormente, el chef de casa preparó un bacalao à putanesca, plato sabroso y aromático que equilibra la riqueza del pescado con la salsa pungente de la putanesca. A continuación, se sirvió el entrecôte de Black Angus, acompañado de papas gratinadas, mini zanahorias glaseadas, demi-glace perfumado con tomillo y reducción de vino de Oporto, a cargo de Ataniel.
El final dulce y con broche de oro estuvo a cargo de Ícaro: Limón y Azafrán, una combinación balanceada de sabores y texturas que incluyó gelato de limón siciliano, crocante de vainilla y chocolate blanco.
Tanto Ícaro como Ataniel ofrecieron una noche única, e inauguraron este intercambio culinario de forma ejemplar. No nos queda más que esperar las siguientes ediciones de “Chef’s Viajam”, que además promete llegar a diferentes partes del mundo, y desde luego, esperamos con ansias su llegada a México.
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