8 sándwiches franceses que debes probar antes de morir — Luis Covarrubias, Unsplash

Francia tiene una cultura culinaria centenaria que se considera una de las más prestigiosas del mundo. Sin embargo, en muchas discusiones sobre la alta cocina se pierde el reconocimiento de los humildes pero magníficos sándwiches del país. La combinación universal de pan y relleno adquiere una forma única en Francia, un país donde encontrará algunos de los mejores jamones, mantequillas y quesos del planeta, así como baguettes perfeccionadas a lo largo de generaciones de pasión y artesanía.

Si visitas Francia, no te vayas sin probar estos sándwiches. Pero no tiene planes inmediatos de viajar a Francia, estamos seguros que al terminar de leer estas recomendaciones lo pensarás dos veces.

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Jambon Beurre

Empezaremos por algo sencillo, porque la gloria de la cocina francesa es que la sencillez triunfa cuando los ingredientes son perfectos. Y así, este sándwich de tres ingredientes que encontrarás en la mayoría de las panaderías es el más sencillo de todos: baguette, jamón y mantequilla. ¿Qué más se puede pedir?

Croque Madam

El Croque Madame, que se come con cuchillo y tenedor, es un clásico de brasserie bañado en bechamel y la muestra perfecta de la maravilla que son los huevos franceses.

Pan Bagnat

Este sándwich perfecto para picnic de la región de Provenza en Francia está relleno de tomates, aceitunas negras niçoise, pimientos morrones, anchoas y atún, lo que lo convierte en un bocado imprescindible en ciudades como Niza (donde esos ingredientes están entre los mejores).

Chez Alain Miam Miam

Considerado por muchos como el mejor sándwich de Francia (o, mejor dicho, del mundo), estos famosos sándwiches hechos a pedido se sirven en un puesto ubicado en el Marché des Enfants Rouges, el mercado cubierto más antiguo de París. Las sencillas creaciones del chef Alain Roussel, servidas con pan recién horneado, han atraído colas de horas desde su apertura en 2005. Tú eliges el queso (Comté o Cantal) y los rellenos, y es mágico.

Doner Kebab

Una de las mayores incorporaciones a la próspera escena de sándwiches de Francia ha sido el döner kebab, un alimento básico que se puede encontrar en ciudades de todo el país gracias a las oleadas de inmigración turca que comenzaron en los años 90. Servido caliente y a menudo acompañado de patatas fritas gruesas, el abundante sándwich de carne es un plato al que se recurre a altas horas de la noche cuando todo está cerrado, salvo los pequeños locales de kebab.

Sándwich de Merguez

La salchicha de cordero condimentada con chile del norte de África se ha convertido en una especie de manjar nacional que perfuma los mercados al aire libre mientras se asa a la parrilla para preparar sándwiches. Por cierto, nunca es mala idea rellenarla con patatas fritas.

Saucisson Sec

Hablando de embutidos, ningún viaje a Francia está completo sin varios aperitivos y comidas y paseos nocturnos con embutidos curados. Una simple baguette rellena de mantequilla y salchicha seca cortada en lonchas finas es suficiente, o puedes optar por un sándwich adornado con pepinillos y mostaza.

Falafel

En toda Francia se puede encontrar excelente falafel, pero la versión que no te puedes perder es la que se sirve en L’As du Fallafel, en pan de pita casero esponjoso, en el barrio de Marais de París. En lugar de desanimarte por las largas colas, siéntete orgulloso de estar en el lugar correcto.