El sábado, el CEO de World Central Kitchen, Nate Mook, publicó un video en Twitter, uno que escribió que esperaba “nunca tener que hacer”. Temprano esa tarde, un misil disparado por las fuerzas rusas golpeó un edificio en Kharkiv, Ucrania, dañando significativamente la cocina de auxilio donde uno de los socios del restaurante World Central Kitchen estaba preparando comidas para los ucranianos que permanecen en la ciudad.
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“Este fue un gran golpe, como pueden ver”, dijo Mook en el video. “Simplemente una tremenda cantidad de carnicería dejada atrás sin ninguna razón. En esta área hay oficinas, hay residencias, la gente vive aquí, la gente trabaja aquí, la gente cocina aquí. Y eso es todo. Realmente no sé qué más decir . Simplemente una brutalidad absolutamente horrible”.
Cuatro miembros del personal que trabajaban en la cocina, que estaba a cargo de la cadena de restaurantes Yaposhka, fueron hospitalizados con quemaduras por la explosión. Según el Washington Post, esta fue la primera vez en los 12 años de funcionamiento de World Central Kitchen que una de sus cocinas estuvo involucrada en un ataque. Y, a pesar de más de una década de responder a todo tipo de desastres, esta es la primera vez que World Central Kitchen opera dentro de una zona de guerra.
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El fundador de World Central Kitchen, el chef José Andrés, tuiteó su agradecimiento por todos los que se acercaron después del ataque a Kharkiv. “A todos los que se preocupan y envían buenos deseos al equipo en Kharkiv, gracias, los heridos están bien y todos están listos y dispuestos a comenzar a cocinar en otro lugar”, escribió. “¡Todos nuestros amigos son VERDADEROS héroes! ¡Muchas formas de pelear, lo hacemos con comida!”
Según el Post, World Central Kitchen ha estado trabajando con más de 400 empresas de catering, camiones de comida y restaurantes en Ucrania, y la organización ha estado sirviendo alrededor de 320.000 comidas al día. Desde que comenzó el conflicto, han servido más de 12 millones de comidas tanto a ucranianos dentro del país como a refugiados del otro lado de la frontera polaca.
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En entrevista con MSNBC, Andrés dijo que el ataque con misiles no impedirá que World Central Kitchen entregue alimentos a quienes los necesitan. “Esos hombres y mujeres tienen la gran voluntad de decir que nada nos va a detener. Vamos a empezar a cocinar tan pronto como podamos”, dijo. “Pero de nuevo, no fuimos alcanzados directamente. Fue un misil muy grande el que impactó contra el edificio, y debido a que el misil era tan poderoso, la destrucción fue masiva”.
El domingo, Mook tuiteó que todos los equipos y suministros no dañados se trasladarían a otra cocina en Kharkiv. “El personal lesionado está bien, y todo el equipo aquí quiere seguir cocinando”, escribió. ¡Realmente asombrado por la valentía de nuestros socios [World Central Kitchen]!”
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