El arte del maridaje entre vinos y quesos es seguramente uno de los más fascinantes dadas las sensaciones en boca que la fusión entre ambos produce. Los quesos franceses, potentes en aroma y sabor y con texturas que los vuelven sofisticados y exquisitos a la vez, ofrecen una grata tarea a quien busque maridarlos.
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Desde el queso azul hasta el Brie y el Camembert, cada queso francés tiene su vino para resaltar, conjugarse y abrir un sinfín de sensaciones en el paladar.
Quesos franceses y vinos: los mejores maridajes
Si bien un dicho popular asegura que sobre gustos no hay nada definido, lo cierto es que cuando de maridajes se trata, más allá de las cuestiones personales, existen notas, aromas y sensaciones que tienen un resultado probado. Y siguiendo los cánones más respetados, estos serían algunos maridajes ideales.
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1. Cantal con Malbec de Cahors
El Cantal, uno de los quesos más antiguos de Francia, es conocido por su sabor robusto y su carácter pronunciado. Para acompañar este queso, se recomienda un Malbec de Cahors, un vino tinto con cuerpo y aromas intensos.
Las notas de ciruela y regaliz de este vino complementan a la perfección la intensidad del Cantal, creando una experiencia de sabor inolvidable.
2. Brocciu con Muscat del Languedoc
El brocciu, un queso poco conocido fuera de Córcega, es un tesoro culinario que merece ser descubierto. Elaborado a partir de suero de cabra u oveja, este queso fresco o curado ofrece una experiencia de sabor única.
Para acompañar el brocciu, se recomienda un Muscat del Languedoc, un vino blanco seco con aromas cítricos que realzan la frescura del queso en el paladar.
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3. Camembert con Grolleau de Loira
El Camembert, un queso con una larga tradición en Normandía, es apreciado por su suave textura y sus aromas delicados. Para realzar su sabor, se sugiere maridarlo con un Grolleau del Loira, un vino tinto poco tánico con notas de frutas rojas.
Esta combinación crea un equilibrio perfecto entre la cremosidad del queso y la frescura del vino, deleitando a los paladares más exigentes.
4. Brie con Chardonnay de Champaña
El Brie, con su suave pasta y su corteza enmohecida, es una verdadera joya de la gastronomía francesa. Originario de la región de Meaux, este queso se destaca por su untuosidad y su sabor delicado. Para realzar sus cualidades, se recomienda maridarlo con un Chardonnay de Champaña.
Las burbujas y la acidez de este vino contrastan maravillosamente con la cremosidad del brie, creando una explosión de sabores en el paladar.
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5. Bleu con Sémillon de Burdeos
El bleu auvergne, representado por el legendario Roquefort, es un queso azul de sabor intenso y carácter distintivo. Su historia, que se remonta a la antigüedad, se encuentra ligada al descubrimiento accidental del moho en una cueva.
Para acompañar este queso, nada mejor que un vino dulce de Burdeos elaborado con la uva Sémillon. La redondez de este vino y sus aromas florales equilibran perfectamente el fuerte carácter del queso, creando una armonía de sabores en el paladar.
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