
Como su nombre lo indica, los aperitivos y los digestivos están destinados a comenzar y finalizar la comida. Mientras que los aperitivos preparan nuestro sistema para la comida, los digestivos hacen exactamente lo contrario, ayudarnos a procesar la comida.
Si quieres saber a fondo ¿cuáles son sus características? sigue leyendo.
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Aperitivos
Debido a que un aperitivo estimula el apetito, la bebida debe ser muy seca y baja en azúcar. Suelen estar compuestas de frutas cítricas como limón, naranja, mandarina o kiwi. Lo que define a un aperitivo es que su sabor es amargo. Ya sea que se obtenga por destilación o por maceración.
El alcohol puede eliminar la percepción en nuestras papilas gustativas, por lo que las bebidas alcohólicas con alto contenido etílico, silenciarían a los alimentos. Los aperitivos clásicos son bebidas como el vermut seco, el gin, el champán y el vino blanco seco. Los principales países productores son España, Portugal, Italia y Francia.
Digestivos
Estos líquidos aceleran el proceso de digestión y aportan un buen sabor al final de una comida generosa. Se caracterizan por ser dulces y tener entre 17 y 40 grados de alcohol.
Por lo general son hechos a base hierbas y aceites. Su alta concentración de azúcar provee una sensación de satisfacción. En el ámbito digestivo, abundan las opciones, desde whisky suave y bourbon hasta brandy, oporto, jerez y licor. Se dividen en digestivos dulces, semidulces, cremosos y amargos.