¿A quién no le gusta viajar? Seguro habrá alguien, pero si hacemos una encuesta lo más probable es que ganen las personas que son fanáticas de la magia de adentrarse a nuevos paradigmas, conocer culturas nuevas, probar sabores exóticos, ser testigos de atardeceres únicos en distintos destinos y compartir experiencias con personas de otras partes del mundo. Toda esta magia la reúne Baltra Bar en su nuevo menú, a continuación te platicamos todos los detalles:
Less is More: de lo básico a lo complejo, y viceversa
Baltra Bar, ubicado en el corazón de la colonia Condesa, es un homenaje al espíritu explorador y a la evolución constante. Inspirado en los viajes de Darwin y en la transformación que provocan los trayectos, Baltra ha desarrollado una identidad propia: íntima, inteligente y siempre en movimiento. Desde hace más de una década, este pequeño bar ha sido punto de encuentro para quienes buscan cocteles precisos, hospitalidad genuina y una narrativa que va más allá del vaso.
En este contexto presentan su nueva carta: Beber es un viaje. Un menú que invita a explorar el mundo desde el ritual de beber, con cocteles pensados para acompañar momentos específicos del viaje, desde una llegada inesperada hasta una noche sin destino fijo.
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En Baltra Bar beber es un viaje
Esta nueva carta presenta una guía que además de ser creativa está diseñada para transmitir lo maravilloso que es viajar, no solo físicamente, sino a través de los sentidos. Inspirada en la idea de que cada trayecto —por corto o absurdo que parezca— merece un trago a la altura, presenta una serie de cocteles pensados para resolver momentos específicos: qué tomar después de un vuelo largo, cómo entrar en calor en una ciudad desconocida o simplemente qué pedir cuando no tienes idea de cuál será la mejor opción.
Cada bebida es un capítulo en la bitácora de un personaje errante, hedonista y metódico que bebe con intención, sin necesidad de una razón. Un explorador de bares, rituales y sabores que transforma cada copa en una oportunidad para redescubrir el mundo.
En esta carta, no es un personaje quien narra: es Baltra mismo. Un bar que ha observado a viajeros de todo tipo —curiosos, perdidos, acelerados, nocturnos— y que ha aprendido cuándo ofrecer un cóctel que reconforta, cuándo uno que despierta, y cuándo uno que simplemente acompaña.
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Beber es un viaje: “Guía innecesaria del viajero moderno, es nuestra forma de compartir ese conocimiento. No pretende ser útil, pero tal vez lo sea. No busca dar respuestas, pero ofrece sugerencias. A través de esta bitácora líquida, Baltra propone cocteles para momentos específicos del trayecto, consejos no solicitados y razones (innecesarias) para brindar”, describen los encargados de este bar.
Aquí te dejamos algunos ejemplos de esta bitácora líquida:
Jet Lag: qué tomar después de un viaje largo:
Gin Mare, Italicus, vino chardonnay, Cocchi Americano y cordial de galanga. Refrescante y perfumado, es ese primer respiro que alinea cuerpo, alma y maleta extraviada.
Plan “Renacer”: el mejor remedio para una cruda:
Tequila Patrón Blanco, Ancho Reyes, Chartreuse verde, pepino y tomate clarificado. No cura: reinventa. Un cóctel que despierta el sistema y el apetito por un nuevo día.
Última Duda: trago para antes de cometer una locura:
Mezcal The Lost Explorer, mantequilla y raicilla (fat wash), licor de café, cacao blanco y cold brew. Fuerte, envolvente y con intención. Si vas a hacerlo… hazlo con estilo.
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Plan “B”: qué pedir cuando no sabes qué pedir:
Ron Havana 7, sherbet de lima yucateca, sorbete de piña. Una apuesta segura con personalidad tropical y humor frío.
IG: @baltrabar
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