Monte Xanic es una de las bodegas mexicanas más importantes, parte fundamental de su esencia es —y siempre ha sido— el amor por México, la unión y el compromiso con la familia y los amigos. Fundada en 1987 por Hans Backhoff, Manuel Castro, Tomas Fernandez, Eric Hagsater y Ricardo Hojel, estos sibaritas y amantes del buen vino tenían un sueño en común: crear vinos mexicanos de calidad que posicionaran al país en el mapa de la enología internacional.
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Monte Xanic es el fruto de esa amistad, y hoy, 35 años después, renueva su imagen para reforzar los valores con los que esta vinícola fue creada: la vida es para disfrutarla y compartirla, así como los buenos vinos.
MX es México. Monte Xanic es MX
Esta bodega ha marcado el curso de la industria vitivinícola mexicana desde su fundación. Por ejemplo, en 1994 se convirtió en la primera bodega mexicana en ofrecer un vino ultra premium gracias a Gran Ricardo, que hoy es un referente del vino mexicano en el mundo.
“Queremos que cada persona descubra la experiencia de Monte Xanic. El compromiso por nuestro país, nuestra tierra y nuestra gente. La vocación constante y paciente por lograr algo extraordinario que se demuestra desde la botella y etiquetas hasta el paladar de nuestros mejores vinos”
Hans Backhoff Guerrero, director general de de Monte Xanic.
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Como bodega vinícola ha definido prácticas pioneras en la industria incorporando continuamente tecnología de punta en todos sus procesos, desde el campo hasta el embotellado, respetando la tradición vinícola, el cuidado, la paciencia y el arte de hacer buen vino. Otro ejemplo es la cosecha nocturna de uva blanca, donde se aprovechan las bajas temperaturas para que la uva conserve todas sus propiedades. Aunque no son las únicas buenas prácticas, otra gran iniciativa que han tenido es el impulso a nuevas cepas en la enología nacional como Pinot Noir y Cabernet Franc.
A través de la nueva imagen de MX, la marca quiere reforzar el compromiso con sus raíces, con su gente y con lo mejor de México. La sucesión de MX se revela de forma sutil a la vista y el tacto, pues es la manera de plasmar que Monte Xanic y México están íntimamente relacionados.
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Las líneas que trazan estas etiquetas rememoran los momentos que la bodega ha transitado en estos 35 años. La resonancia del nombre y la presencia palpable del MX evoca las líneas de los viñedos, las texturas de la artesanía y la arquitectura mexicana, el horizonte del desierto de Baja California, uniendo a todo el portafolio de Monte Xanic.
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