En el patio de Broka –restaurante de la Roma que desde su fundación se ha distinguido por contar con una oferta sólida y honesta de la mano del chef Marco Margain– nos encontramos con el Mercado de Granjeros La Lechuza, espacio que busca llevar a la ciudad alimentos del campo sin intermediarios y de la manera más horizontal posible; es decir, desde los lazos comunitarios y los precios justos; desde la reivindicación del producto libre de procesos químicos e industriales; desde la convicción de que al cuidar la tierra nos estamos cuidando nosotros mismos, en tanto que consumimos alimentos íntegros que resultan buenos para nuestra salud.
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La iniciativa del Mercado de Granjeros La Lechuza comenzó en 2014 y se ha ido transformando y consolidando a lo largo del tiempo. En sus raíces está la noción de la venta directa, sin intermediarios abusivos, lo cual abre la posibilidad a negociaciones de naturaleza fraternal, cara a cara, entre el productor y el consumidor. Podría hablarse de la búsqueda de vínculos más humanos en detrimento de lo meramente comercial.
Tiene que ser así porque quienes forman parte de La Lechuza generan e impulsan productos orgánicos y artesanales que no sólo tienen como fin hacer dinero, sino verdaderamente alimentar, nutrir, incluso combatir padecimientos. Para ellos es importante que sus mercancías no resulten vacuas en el sentido de que no contribuyan a una buena alimentación, lo cual debe tomarse en cuenta dentro de un país en el que enfermedades como la diabetes alcanzan niveles catastróficos.
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El Mercado de Granjeros La Lechuza actualmente está conformado por varios escaparates provenientes del Estado de México, Puebla, Morelos, Michoacán y la propia capital. Su oferta abarca una amplia gama de productos que van desde hortalizas, lácteos, pan, mezcales, vinos, salsas, conservas, cacao, chocolate, huevo, miel, carnes ahumadas y un largo etcétera, hasta jabones, perfumes y cremas con fundamentos astrológicos, y suplementos alimenticios que parten de toda clase de hongos.
La filosofía de estos productores parte del cuidado de la tierra y del cuerpo. Para ellos es importante saber que lo que comemos viene de lugares limpios, sin químicos ni pesticidas, en los que la composta, el libre pastoreo y otros procesos que buscan regenerar y cuidar la tierra y la integridad animal están en el centro. Eso y la colaboración, el trabajo en comunidad. De ahí que sus intenciones y las del chef de Broka, Marco Margain, sean una. Para él, cocinero de la tierra, lo más importante a la hora de crear platillos y generar experiencias para su restaurante es integrar y colaborar, mostrar que la comida puede unir a la gente para crear lazos más estrechos y significativos.
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Así pues, quien desee conocer de primera mano el Mercado de Granjeros La Lechuza tendrá que darse una vuelta por el hermoso patio que alberga Broka en una casona de la primera mitad del siglo pasado. No cabe duda de que se trata de uno de los mejores lugares para realizar la despensa semanal al tiempo que se crea conciencia sobre la naturaleza de lo que consumimos y, de paso, se vuelve a los orígenes locales y comunitarios de la alimentación.
Los colaboradores que integran el Mercado de Granjeros La Lechuza son La Volanta (@haciendasanandres), Rancho Cuatro Encinos (@ranchocuatroencinos), Dave´s Home Bread (@daveshomebread), SI MON (@vinos_simon), Barroca Botánica (@barroca_botanica.lunar), Micelio Fungi (@miceliofungi), Dios Cacao (@dioscacao), Hacienda La Carolina (@antiguahaciendalacarolina) y Alí Pali.
Dónde: Zacatecas 126, Roma Norte, CDMX (miércoles cada 15 días, de 17:30 a 20:30 horas, a partir del 6 de septiembre)
Instagram: @brokabistrot
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