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Tiene 78 habitaciones y suites que destilan lujo, pero el disfrute comienza desde que se observan los detalles decorativos del lobby, la biblioteca y el bar, y por supuesto, cuando se prueban los sabores de la cocina de hotel. En el restaurante Centena 4 existe una oferta de cocina tradicional revestida con algunos toques de modernidad, como en su risotto de tortilla. Si lo que se quiere es una comida más casual, vale la pena pedir las cemitas y las chalupas en una mesa junto a la alberca.Te puede interesar: 4 hoteles boutique de la CDMX que tal vez no conocías
La experiencia se completa con una visita al spa: un verdadero oasis de relajación donde las preocupaciones se quedan atrás.