Siguiendo el modelo de su ya icónico restaurant Le Chic, en la Riviera Maya, donde solamente se ofrece menú de degustación, en un inicio, cuando recién abrió Octavia, el restaurante de Jonatan Gómez Luna en CDMX, hacía lo mismo y sólo se podía probar su menú de 6 o 15 tiempos.
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Ahora, con el afán de diversificar sus platillos y poder brindar una experiencia distinta a los comensales, para que prueben su cocina contemporánea, basada en la reinvención e innovación de recetas tradicionales, con un profundo respeto a los ingredientes; Jonatan, abre su menú para poder ofrecer más platillos distintos y poder pedirlos a la carta, ya sean individuales o por tiempos.
Con ello, le da un giro a su modelo con el afán de que más de sus platos puedan contar la narrativa sobre el origen de cada ingrediente que el chef utiliza en sus preparaciones. Con ese toque innovador que lo caracteriza, Jonatan tiene la posibilidad de ampliar sus narrativas en beneficio de los comensales. También, al apostar por ingredientes y productos de temporada, ahora se pueden probar más de sus transgresoras recetas.
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En esta temporada, recomendamos comenzar con sus cuatro “bocados”, donde Jonatan apuesta a que cada uno de esos pequeños bites sean una obra de arte. Comienza con su margarita floral, donde te darán ganas de comerte hasta las flores sobre las que viene servida. Sigue con su delicada hoja de quelites, con tartar de hamachi; después con la tartaleta de atún con un muy yucateco sikil pak; y termina con su bocado de cacahuate, foie gras casero y cacao. Sus presentaciones son únicas.
En el segundo tiempo, nuestros favoritos fueron sus escamoles con chileatole y topping de tuétano rostizado, servido sobre el mismo hueso del tuétano. También, su emulación de cocina molecular con un aguachile de camarón y callo que se complementa con polvo helado cítrico servido en mesa con nitrógeno líquido, lo que hace que la experiencia se vuelva muy vistosa.
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Para los fuertes, recomendamos la receta con la que Jonatan hace homenaje a su abuela y “contemporaneiza” su pipián verde, y hace un “pipián marino” al cual añade alga y lo sirve sobre una totoaba de granja complementado con percebes y txipirones. Francamente sorprendente. También nos gustó otro de sus homenajes al restaurante Nico´s, donde emula su famosa “sopa de natas”. Por último, para hacer elogio al mole, uno de los platillos más representativos de nuestra cocina, el chef propone un pork belly con hongos y mole de Xico.
En la parte dulce, nos fascinó la reinterpretación del clásico yucateco: la marquesita, donde además de queso de bola, el chef añade un toque de trufa que hace dar un giro a este clásico. Como también lo hace con sus fresas caseras, donde regresa al uso de nitrógeno líquido para hacer contemporánea una receta clásica y sencilla, que Jonatan eleva a nivel artístico.
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Así, con este nuevo menú a la carta, sumado al servicio impecable y dominio de los platos e ingredientes, que tienen todos los meseros del restaurante; mas el sofisticado interiorismo en tonos verdes, maderas y grises; más la propuesta de vinos mexicanos y mixología de autor; la experiencia de Octavia se vuelve inolvidable.
Octavia
Valladolid 96, Roma Norte, Cuauhtémoc, 06700 Ciudad de México, CDMX.
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