Aunque aún puede resultar incómodo cruzar la puerta de un hotel o boutique de lujo para acceder a un restaurante, a veces vale la pena hacerlo para descubrir joyas como las de Tiffany & Co. Y no me refiero a las colecciones de Pharrell Williams o Sixteen Stone por Jean Schlumberger, sino al Blue Box Café®, un delicioso restaurante asesorado por Edo López, conocido por todos como Edo Kobayashi, que está conquistando especialmente a ejecutivos en horario de comida y a grupos de amigas durante el tea time.
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Inspirado en el legado de Tiffany & Co., el Blue Box Café® de la Ciudad de México transporta a sus invitados al mundo de Tiffany mientras disfrutan de un menú excepcional, creado por el reconocido chef y restaurantero Edo López (Edo Kobayashi) y ejecutado por el chef Juan González, junto con la talentosa repostera Marlen Cota. La propuesta culinaria combina lo mejor de las cocinas internacional y mexicana. En sus desayunos Tiffany’s encontramos desde huevos benedictinos o Croque Madame, hasta churros con canela y conchas de cocoa o vainilla.
Durante todo el día se puede disfrutar de platos ligeros como la tosta de aguacate; aguachile de camarón azul con emulsión de maracuyá; ensalada verde con parmesano o la aromática sopa de alcachofa con vegetales asados y crotones. El caviar, servido con cebolla morada, crème fraîche, huevo rallado y blinis, también tiene su lugar en el menú.
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Imperdibles son el pollo a la parrilla de Kobayashi Farm, acompañado de puré de apionabo, chirivía y coles de Bruselas, y la cheeseburger de wagyu —una de mis favoritas desde que la probé— con queso cheddar y cebolla caramelizada. Si tienen antojo de algo dulce, pídanle a Marlen una selección en miniatura de sus excelentes postres. Para beber, pueden acompañar la comida con un cava brut Raventós i Blanc.
Entrar a restaurantes ubicados dentro de hoteles o boutiques de lujo sigue siendo, para muchos, una barrera mental. Cruzar una puerta con vigilancia, enfrentar miradas incisivas de porteros y guardias, perderse en el lobby buscando el lugar correcto, y asegurarse de tener reserva (ya que casi ningún restaurante de este estilo acepta comensales sin previa cita)… Todo ello puede disuadir incluso a los más curiosos. Por eso, muchos restaurantes de hotel han optado por tener accesos directos desde la calle. Algunos ejemplos: Lilou y Amaral desde el Hotel Presidente InterContinental; Il Becco en el Four Seasons; o Archibald en el Marriott.
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Tea Time
No pueden faltar los clásicos sándwiches de pepino con queso crema y eneldo; brioche de cangrejo; tartar de res con jícama encurtida; y las ensaladas de marlín ahumado y de huevo con caviar. En el lado dulce, el menú ofrece éclair de lima y merengue, tarta de frambuesa con chocolate blanco, choux de plátano y vainilla, tarta de chocolate y mango, mousse de frutos del bosque y Paris-Brest con chocolate oaxaqueño. Todo acompañado por una cuidada selección de tés o champagne.
La vajilla, por supuesto, es Tiffany’s, y el diseño te envuelve como un caramelo en el icónico azul turquesa de la marca. El servicio es de los mejores que he experimentado últimamente: impecable, atento y nada invasivo.
Blue Box Café®
Las reservaciones para visitar el Blue Box Café® están abiertas en www.blueboxcafemexicocity.com, de lunes a domingo, en un horario de 10:00 a.m. a 7:00 p.m.
#BlueBoxCafe
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