Ensenada, el tesoro gastronómico del Pacífico 
Foto: Cortesía

Ensenada logra que la gastronomía se vuelva un lenguaje propio y sólo lo aprenderás a hablar si te rindes ante sus sabores. Un destino entre mar y valles en dónde la cocina es una parada imprescindible durante tu experiencia. Este rincón en Baja California está listo para sorprenderte, sólo tienes que dejarte llevar.  

Ensenada y el Valle de Guadalupe, sabores que se celebran cada temporada 

Desde que tomas la carretera escénica, el paisaje anuncia lo que viene. El Pacífico se abre a un costado, mientras las montañas guardianas del Valle esperan del otro lado. Al llegar a Ensenada, el primer encuentro es con un mar de sabores. Las carretas de mariscos aparecen en esquinas, avenidas y a lo largo del malecón. Son parte de la esencia culinaria de esta ciudad y garantizan frescura todos los días. 

Ensenada, el tesoro gastronómico del Pacífico 
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Una tostada de La Guerrerense (Calle Primera esquina Alvarado, Centro, Ensenada) puede cambiar tu percepción de los mariscos: camarón, pulpo, pescado, ostiones, almejas, callos y un repertorio infinito de salsas que los acompañan para darte la bienvenida. Y para terminar de conocer bien estas avenidas de sabor, un ceviche o aguachile de Mariscos El Güero (Alvarado y Lázaro Cárdenas, Centro, Ensenada), preparados con ese estilo único y sazón que los distingue, es el arranque perfecto para tu viaje. 

Cuando el día avanza y el sol empieza a pintar las mejores postales, otro universo culinario toma protagonismo: el Valle de Guadalupe. Donde los desayunos son prueba de la tradición y la sazón mexicana que sigue sorprendiendo. En la Cocina de Doña Esthela (Carretera El Tigre a Guadalupe Km 13-14, Rancho San Marcos/ Ejido Porvenir, Valle de Guadalupe), los días empiezan con tortillas hechas a mano, frijoles, borrego tatemado, carne seca, machaca y unos pancakes de elote que se han convertido en los consentidos de los visitantes. Es el tipo de restaurante que tienes que descubrir si vienes a Ensenada. Su comida recuerda por qué juntarse a la mesa es parte esencial de cualquier viaje. 



Ensenada, el tesoro gastronómico del Pacífico 
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Y así, entre sabores marinos y entrañables, empieza la ruta gastronómica más sorprendente: el fine dining en Valle de Guadalupe. Donde cada cocina responde a una filosofía y cada chef está comprometido con la tierra que lo alimenta. No pueden faltar los legendarios vinos que acompañan cada platillo. 

La Ruta MICHELIN de Ensenada 

Como prueba triunfante, ​​Ensenada se ha consolidado como uno de los puntos más destacados de México dentro de la Guía MICHELIN. En el Valle de Guadalupe, muchos restaurantes han sido reconocidos con Estrellas MICHELIN, Estrellas Verdes y recomendaciones en la Guía. Con cada reconocimiento, Ensenada reafirma su lugar como uno de los destinos gastronómicos más importantes del país y un referente de excelencia culinaria en Latinoamérica. 

Ensenada, el tesoro gastronómico del Pacífico 
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En Olivea Farm to Table (Carretera Federal #3, Km 92.5, Valle de Guadalupe), la experiencia se eleva con su propuesta “del campo a la mesa”. Un establecimiento que fue reconocido con Una Estrella MICHELIN y Estrella Verde, por transformar ingredientes locales en obras delicadas: rockot confitado sobre salsas vegetales, pato madurado con jerez, bizcochos que celebran la cosecha de cada temporada. Todo nace de productores de la zona y del respeto absoluto por el origen. 

En Lunario (Camino vecinal Parcela #71, Fracc. 3, Lote 13, San Marcos, Valle de Guadalupe), uno de los grandes referentes gastronómicos de Baja California, la temporalidad es una promesa que se cumple en cada plato. Su huerto propio, sus técnicas contemporáneas y su inspiración en el entorno lo han llevado a recibir Estrella Verde y Una Estrella Michelin. Es una cocina profundamente conectada con la tierra. 

Complementa con experiencias enológicas 

La experiencia continúa entre viñedos: Santo Tomás, es una de las vinícolas históricas más importantes de la Baja. Las Nubes por otro lado, es un entorno mágico en el que puedes recorrer hermosos viñedos y disfrutar catas guiadas.  

Tampoco puedes dejar de lado el viñedo Bruma, con la reconocida Lulú Martínez como su enóloga, combina vinos artesanales, gastronomía creativa y hospedaje de lujo en un entorno natural espectacular.  

Monte Xanic por otro lado es de las bodegas pioneras en llevar los vinos mexicanos a estándares internacionales, es de las más clásicas y reconocidas del Valle de Guadalupe.  

Todos forman parte de un ecosistema culinario diverso, donde el vino también protagoniza las mejores experiencias gastronómicas. 

Ensenada, el tesoro gastronómico del Pacífico 
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Por eso, diciembre es perfecto para visitar Ensenada. La temporada trae consigo climas más fríos, pero aromas igual de intensos, momentos aún más acogedores, sabores que abrazan y dan calidez y un ambiente que permite disfrutar al máximo.  

Ensenada, el tesoro gastronómico del Pacífico 
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En Ensenada la vida se saborea de una forma especial. Será tu cómplice culinario, y cada platillo, cada copa y cada paisaje serán testigos.  

En Baja California, los sabores cotidianos son extraordinarios. Descubre mucho más en: proturismoensenada.com

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