Cuando el chef Luis Arce Mota se mudó de Mazatlán, México a la Ciudad de Nueva York en busca de trabajo, no hablaba pizca de inglés. “Necesitaba un trabajo para sobrevivir y sabía que si iba a trabajar a un restaurante, al menos tendría algo para comer,” no cuenta.

También te puede interesar: Las tradiciones favoritas de algunos chefs en el Día de Muertos

Sin dejarse intimidar por la barrera del idioma o la falta de conexiones, comenzó su carrera a principios de los años 90 como lavaplatos y ascendió lentamente en las filas, trabajando con chefs como César Ramírez, David Bouley y Michael Romano. Para 1998, estaba en la Brasserie Les Halles, el clásico restaurante francés que hizo famoso Anthony Bourdain en Kitchen Confidential. La memoria, publicada en 2000, fue el relato brutalmente honesto (y divertido) de Bourdain de lo que realmente sucede en las cocinas de los restaurantes. Fue en la Brasserie Les Halles donde Mota conoció a Bourdain—quien murió en junio a la edad de 61 años.

“El amor de Bourdain por los mexicanos no era nuevo”, dice Mota. “Incluso entonces nos trató a todos con respeto y se podía ver que tenía una admiración por nosotros, la comida y la cultura”. Mota describe al Bourdain pre-fama, como alguien muy educado y bromista con el personal. Después de darse cuenta del apellido de Mota traducido a “marihuana” en inglés, Bourdain imitó a fumar un cigarrillo mientras los dos compartían una risa.

A lo largo de los años, el aprecio de Bourdain por México se documentó bien a través de su programa de viajes CNN, Parts Uknown: una michelada en Tepito, tacos al pastor en la Ciudad de México, mezcal en Tijuana. Y en enero de 2018, Bourdain habló a favor de los mexicanos y los trabajadores inmigrantes de restaurantes. Arremetió contra las personas que comen su comida, los emplean para cuidar a sus hijos y disfrutan de sus playas, pero aún se niegan a respetar su humanidad básica.

Esta interacción fugaz, junto con el continuo apoyo público de Bourdain a los inmigrantes, dejó un impacto duradero en Mota. Así que para honrarlo, el chef está dedicando su Día de los Muertos en La Contenta Oeste, en el West Village, a Bourdain. Otra ofrenda se construirá en el restaurante hermano de Mota, La Contenta, en el Lower East Side, dedicado a Pete Accurso, el difunto gerente del speakeasy The Back Room.El ritual de construir un altar para los seres queridos que han fallecido es una parte importante de las tradiciones del Día de los Muertos. El altar está decorado con velas, los platillos favoritos del difunto y flores de cempasúchil, que se cree iluminan el camino a casa para los muertos.

También te puede interesar: En este festival habrá 60 variaciones de pan de muerto

En el altar habrán tacos de barbacoa y tequila reposado para que Bourdain los disfrute cuando regrese a la tierra de los vivos. En el de Accurso habrá tacos de asada y mezcal. Mota invitó a alumnos de primero, segundo y tercer grados del Bronx y Greenwich Village a ayudarle con la instalación. Muchos de ellos no son mexicanos, pero Mota piensa que es una buena oportunidad para exponer a los jóvenes a las tradiciones mexicanas.

Los invitados también podrán colocar una foto de sus seres queridos en el altar y habrá un menú especial del Día de los Muertos en ambos restaurantes. Algunos de los platillos de temporada serán tamales de camarón, enmoladas de pollo, pan de muerto y champurrado.

“Los mexicanos somos trabajadores y Anthony lo vio,” dice Mota. “Esta es solo mi manera de darle las gracias.”