
En Nueva Orleans o NOLA, como la llaman los estadounidenses, no es un secreto que la música, los sentimientos a flor de piel y los sabores más entrañables sean parte de la fórmula que tiende a formar adeptos.Esta ciudad al sur de Lousiana es el lugar donde nació el autor de What a Wonderful World, donde se inventó el jazz y donde la gastronomía norteamericana adquirió notas insospechadas que hacen que un solo estómago no alcance para conocerla.
Cajún & Creole
Ambas cocinas se confunden porque hacen uso de la cebolla, el apio y el pimiento para preparar sus guisos. La diferencia es que la criolla agrega jitomates y hierbas frescas para preparar un sinfín de salsas consistentes y estofados. La cajún por su parte, le da un ligero picor a su comida a través de la albahaca, la semilla de apio, el perejil, las hojas de tomillo, la pimienta negra y otros ingredientes.En el restaurante del chef Paul Prudhomme, K-Pauls Louisiana Kitchen, es más fácil entender las diferencias entre la cocina criolla y la cajún. Los platos que se han vuelto clásicos son la jambalaya, un arroz que se sazona con salsa de jitomates y carne, la sopa de tortuga y el blackened Louisiana drum, un pescado blanco sellado con especias que se complementa con una nuez de mantequilla picante.
Soul Food
Cuando en Nueva Orleans la comida no lleva el apellido cajún o criollo, lo más seguro es que lleve el de frito o rebosado y que además sea hija de la llamada soul food.En Willie Maes Sotch House, un sencillo local que en 2005 ganó un premio James Beard por su clásica cocina sureña, puede probarse uno de los pollos fritos favoritos de los locales.Pero no se puede hablar de un buen pollo frito en Nueva Orleans si no se pone en la mesa el de Dooky Chases Restaurant, de la cocinera Leah Chase.
POBOYS
En NOLA los sándwiches de culto no son las hamburguesas ni los hot dogs o bueno, al menos no siempre sino los poboys.Se trata de una especie de entrepanes elaborados con baguette, y rellenos de carne o mariscos. En un principio se crearon para alimentar a los jóvenes (o los poor boys) que conducían los tranvías durante la época de la Depresión.Para tener una primera experiencia hay que dirigirse a Parkway Bakery and Tavern, donde además de algunas opciones tradicionales como los que son rellenos de albóndigas, también hay propuestas más exóticas como los de carne de caimán.
Propuestas Gourmet
La fórmula para recorrer Nueva Orleans con miras de gula es alternar comidas tradicionales con algunas experiencias de alta gastronomía en alguno de los restaurantes de Midtown y Uptown.
PM
El verdadero espíritu The Big Easy se revela cuando la luz del sol se oculta. Casi siempre todo comienza o termina en Bourbon Street, una calle de centros nocturnos, lugares para escuchar jazz o tomar una cerveza.Otra calle digna de visitar es Frenchmen Street donde no faltan los bares con propuestas en vivo de jazz, soul, funk y rock.Para una noche de tragos acompañados con una cena casual está Cane and Table.