El jamón ibérico no solo es una delicia, es un superalimento para deportistas
El doctor Luis Montiel (izq.) y el embajador del jamón ibérico, Florencio Sanchidrián (centro) en la presentación del estudio en la Universidad Complutense de Madrid.

El jamón ibérico es quizá el alimento más icónico de la gastronomía española. Su estandarte es su sabor, inconfundible y también inolvidable. Ahora, además, un estudio lo sitúa como un superalimento perfecto para la recuperación muscular en el deporte de élite.

Así lo demuestra el estudio “Jamón y Vida: Nutrición que Rinde”, presentado en la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid por los doctores Luis Montiel y Francisco Tovar, junto al embajador del jamón ibérico, Florencio Sanchidrián. Bajo el título “Jamón Ibérico, Deporte y Pasión Española”, la jornada comenzó con la ponencia del doctor Montiel, que dio las claves de la idoneidad de este producto como aliado para el bienestar físico y la recuperación deportiva.

Después de la charla se celebró una cata de jamón ibérico de bellota de FISAN dirigida por Florencio Sanchidrián, maestro cortador de renombre internacional y embajador del producto en todo el mundo. El profesional dio una nueva muestra de sus dotes escénicas, convirtiendo el acto del corte en una experiencia sensorial y literaria.



No solo sabor, también medicina

El estudio, basado en una investigación desarrollada por los profesionales del ICTAN-CSIC, concluye que el consumo diario de 40 gramos de jamón ibérico durante doce semanas mejora de forma significativa diversos parámetros. Entre ellos destacan la reducción de la inflamación muscular, la aceleración en la regeneración después del entrenamiento y el aumento de la masa muscular magra.

Las bondades del jamón ibérico tienen su origen en su perfil nutricional único. La estrella de la gastronomía española es rica en proteínas completas, ácido oleico (una grasa saludable), hierro hemo, zinc, selenio y vitaminas del grupo B (B1, B6, B12). Todos ellos son compuestos fundamentales para la resistencia, el metabolismo energético y el funcionamiento neuromuscular.

El estudio también destaca la presencia de aminoácidos esenciales como los BCAAs (leucina, isoleucina y valina), que favorecen la síntesis de masa muscular y previenen el catabolismo. Además, contiene glutamina y triptófano, que contribuyen al bienestar mental y la concentración durante el entrenamiento. Por último, el jamón ibérico también es una fuente de arginina, que potencia la vasodilatación y mejora la resistencia cardiovascular.

Tradición mediterránea avalada por la ciencia

El estudio transforma al jamón ibérico en un producto que va más allá de lo gourmet. Se trata de una opción saludable, sostenible y placentera dentro de una dieta equilibrada. Es una alternativa a los aperitivos procesados que conecta con la tradición gastronómica mediterránea.

Durante su ponencia, el doctor Montiel aseguró que la coincidencia genética entre el ser humano y el cerdo ibérico es del 93%. Este dato refuerza la alta compatibilidad nutricional de este alimento y su uso como modelo biomédico validado en numerosas investigaciones aplicadas. “Cada loncha de jamón ibérico lleva ciencia, sabor y rendimiento”, afirmó el investigador.

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