El chamoy no es de origen mexicano, sino chino
Ana Lorenzana

Lo hemos visto en todas acompañando todo tipo de botanas, desde espolvoreado sobre frutas, verduras o papitas hasta sólido en una paleta o dándole sabor a un raspado. El chamoy es tan popular entre los mexicanos que es difícil pensar que no se oroginó aquí.

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Esta salsa en realidad tiene sus raíces en China y tardó cientos de años para abrirse camino a como la conocemos actualmente. Rachel Laudan, la primera historiadora de la comida en rastrear la historia del chamoy y autora del libro Cocina e Imperio: la cocina en la historia mundial explica que se trata de una versión mexicana de un albaricoque muy común en China llamado prunus mume. También toma inspiración del umeboshi japonés la misma fruta salada en vinagre.

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Laudan menciona que los asiáticos migraron a México en 1560 en barcos españoles y que intercambiaban seda y especias chinas por metales. Laudan también descubrió la herencia China en Hawái, pues existen semillas hermanas del prunus. La semilla, conocida como see mui llegó a Hawai con los trabajadores chinos de las plantaciones en el siglo XIX. Y si prestas atención, see mui () suena como “chamoy”.

El chamoy se propagó en gran parte gracias a la marca mexicana Dulces Miguelito, que comenzó a producir en masa en 1970.

Variedades

Este condimento se puede encontrar en diferentes presentaciones. El chamoy líquido: es la versión más popular,  se utiliza como salsa para frituras, frutas o verduras. En polvo: mismo sabor, distinta textura. Sólido: se utiliza para cubrir manzanas y se puede consumir como golosina.