
El mundo de los restaurantes en la CDMX es muy cambiante y competitivo. Es por ello que llegar a convertirse en clásico no es cosa fácil. Aquí rendimos homenaje a las marisquerías, que por su sazón y frescura, se han convertido en clásicos a los que siempre es un gusto ir.
Ostionería La Curva
Este restaurante es un joya del sur a la que todos deben ir a comer alguna vez en su vida. Lleva existiendo más de 30 años y su éxito se debe a que tienen el producto más fresco y buenos precios. Te recomendamos ir antes de las 2 para que no te toque esperar mesa. Ya adentro pide uno de sus clásicos cócteles, unos pescaditos fritos y un plato de callo de hacha rasurado. Te prometemos que será una comida que recordarás.
Dirección: Avenida Toluca 91 esq. Zamora, Colonia Olivar de los Padres, CDMX
El Danubio
Los mariscos que sirven aquí son estilo vasco, llevan abiertos desde 1936 y han visto el paso de políticos, celebridades y personas comunes. El paso del tiempo se ha detenido en este lugarincluso siguen usando la primera estufa de carbón que adquirieron y sus platillos clásicos tienen la misma calidad y sazón del comienzo. Entre sus platos más pedidos están los langostinos a la plancha, las manitas de cangrejo moro y los ostiones gratinados con jamón serrano.
Dirección: República de Uruguay No., Centro, 06000 Cuauhtémoc, CDMX
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La Matoza
Esta marisquería inició en con la década de los 80 como un puesto ambulante que servía delicias del Puerto de Veracruz. El paso de los años le ha concedido su merecida popularidad y ahora tienen dos restaurantes. Uno que se ubica cerca de donde estaba el local original, y otro dentro de la Nueva Viga. En el segundo, sirven cócteles hechos por el mismo dueño al momento con salsas especiales de la casa con su receta secreta, puedes pedirlo de caracol, pulpo, camarón, ostión o mixto. Sus tostadas son de lo más generosas, nuestras favoritas son las de atún y callo de hacha. Además sirven otros deleites como quesadillas de jaiba, filete de pescado al gusto o camarones para pelar. Se surten cada madrugada con el producto más fresco de La Viga.
El Jarocho de las Lomas
Hace 42 años, Antonio Nez ,comenzó a vender cocteles de camarón que llevaba en una cubeta a los trabajadores de la gasolinera de Virreyes, después los clientes comenzaron a pedirle también y el resto es historia. Hoy, aunque se sigue tratando de un puesto de la calle, las personas hacen una fila de hasta 20 minutos para probar sus frescos mariscos. Los más populares son los cócteles, que pueden ser de camarón o camarón con ostiones. Además tienen empanadas, tostadas de ceviche o pescaditos fritos. El glamour que le falta a este lugar, se compensa con sabor y una gran relación precio calidad.
Dirección: Av. de los Virreyes s/n esquina Prado Norte, Colonia Lomas Virreyes, CDMX
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El K-Guamo
Otra historia de éxito que pasó de ser un puesto de banqueta a un lugar establecido. Lleva operando más de 40 años y es un favorito para comer mariscos en la zona centro de la ciudad. Si eres de los que sienten la añoranza de los viejos tiempos, aún puedes comer en la banqueta, ya que el puesto original sigue existiendo. Pero también tienen un local junto. La especialidad de la casa son las tostadas de pulpo, camarón, ceviche o combinadas, los pescado rebozados y las pescadillas. Si vas con tiempo y te quieres sentar a comer con calma, prueba su caldo de camarón que es una explosión de sabor o hazte unos tacos con su generoso mixiote de pescado.
Dirección: Ayuntamiento 10, Colonia Centro, CDMX