Es una hermosa noche de primavera en Chicago mientras escribo esto. Es decir, hace 35 grados afuera, tengo un fuego ardiendo en la chimenea y mis plántulas de plantas de tomate están de mal humor como niños gruñones de 10 años, porque de ninguna manera van a salir con ese frío. Todos estamos completamente molestos con este clima, y no es de extrañar. Con el debido respeto a mi tía en Inverness, todo es absolutamente escocés.
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Puede reírse del clima frío como una cosa de Chicago, pero estamos manejando unos 15 grados más fríos de lo normal, y esos pocos números en el termostato se extrañan mucho. No soy el único que se siente así; amigos de todo el país han estado hablando de lo fría que se siente esta primavera. Todos estamos ansiosos por pasar el tiempo comiendo y bebiendo al aire libre, pero hace demasiado frío como para pretender que una cena al aire libre va a funcionar; Ya hice suficiente de esas temblorosas fechas de bebidas en el patio a 50 grados durante la pandemia, muchas gracias.
Pero si el clima no va a cooperar todavía, aprovecharé un poco de calor soleado encendiendo la parrilla y organizando una hora de cóctel Queso Flameado.
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El queso flameado, a veces llamado queso fundido, es un plato de queso derretido que a menudo se mezcla con chiles y chorizo y se flamea con alcohol. Es más espeso que el chile con queso, con una textura similar al fondue. Esta receta en particular proviene de la experta en parrillas y colaboradora frecuente de F&W Paula Disbrowe, quien escribió Gracias por fumar y Cualquier noche asando a la parrilla, entre otros libros. Su versión requiere cocinar quesos oaxaqueños y asadero junto con poblanos asados, cebollas y una salsa picante de chiles serranos, ajo, cebolletas y cilantro. Disbrowe te hace ennegrecer los poblanos a fuego directo en una parrilla caliente, luego calienta una sartén de hierro fundido en la parrilla mientras deja que los chiles se enfríen lo suficiente como para pelarlos y rebanarlos. Saltee los pimientos en rodajas y algunas cebollas en rodajas en la sartén caliente a la parrilla, luego cubra con queso rallado y esa salsa picante con ajo.
El queso es bastante fantástico incluso si te detienes en este punto, pero si estás atrayendo a tus amigos afuera con este clima, continúa y da el paso final y flamea el queso con un poco de tequila (con cuidado, no necesitamos que el momento sea demasiado memorable). Luego, vierte una ronda de bebidas, mete algunas zanahorias y jalapeños en escabeche, un plato de tortillas o incluso un tazón de papas fritas al lado de la parrilla y disfruta.
Así como se reúnen alrededor de una chimenea para comer raclette o una hoguera para tostar malvaviscos, la parrilla es la pieza central de este cóctel. Mantiene a los invitados y al queso tostados y con el ánimo en alto. Y durante una hora más o menos, incluso puede hacerte sentir como si fuera primavera otra vez.
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