Estefanía Serrano: la mujer que está reescribiendo la cocina tailandesa en Madrid

Hace seis años, Estefanía Serrano no trabajaba en hostelería. Era azafata, madre y viajera. Hoy, sin abandonar su uniforme, es también la fundadora de dos restaurantes que representan a la alta cocina tailandesa en Madrid: Thai Arturo Soria y, más recientemente, Thai Retiro. 

Cuando la vida la puso frente a la oportunidad de gestionar un restaurante, Estefanía dudó. No venía del mundo gastronómico. Pero algo le decía que podía hacer de ese espacio algo más que un local de cocina asiática al uso. Apostó por la autenticidad, por la elegancia, y por rodearse de un equipo tailandés que compartiera su visión: una cocina tradicional, cuidada al extremo, donde los sabores clásicos se depurasen sin perder identidad.

La elegancia de lo esencial

Lo más sorprendente de Thai Retiro —y de su predecesor, Thai Arturo Soria— es la claridad con la que se percibe el propósito detrás de cada plato. No hay exceso de grasa, ni sabores saturados, ni fusiones confusas. En su lugar, hay producto de altísima calidad, técnica y equilibrio refinado.

Entre los platos más representativos de la carta destaca el Massaman de carrillera ibérica, una preparación pausada, cocinada durante más de ocho horas, donde el curry especiado envuelve la carne melosa sin opacarla. Otro clásico imprescindible es el Pad Thai, que aquí se ofrece en versiones de carne, vegetal o marisco, con un punto exacto de textura y dulzor, alejado de la caricatura que tantas veces se sirve en otras mesas.



Perlas Thai en Thai Retiro

La ensalada de papaya verde (Som Tam) mantiene la frescura y la intensidad justas: picante sin estridencias, ácida sin agresividad, perfecta como apertura. Y para quienes buscan un bocado más delicado, la perlas thai, zamburiñas con espuma de mantequilla y lemongrass es una demostración de cómo la cocina tailandesa puede alcanzar una dimensión casi minimalista sin perder alma.

También tienen un apartado de currys —rojo, verde y amarillo— que respetan los perfiles tradicionales pero con salsas limpias, equilibradas, donde el protagonismo se reparte entre especias, leche de coco y proteína (pollo, pato o langostino) sin que nada pese más de la cuenta.

Una expansión basada en la fidelidad

El éxito de Thai Arturo Soria no fue inmediato, pero sí sólido. Con el tiempo, el boca a boca y la coherencia hicieron su trabajo. La apertura de Thai Retiro no es una franquicia ni una réplica: es una evolución. Estefanía mantiene el mismo equipo, los mismos proveedores tailandeses, los mismos estándares. Incluso el interiorismo —inspirado en Chiang Mai— responde a esa idea de continuidad sin repetición.

Nuevo local en Thai Retiro

El nuevo local, más céntrico y con una estética aún más cuidada, busca acercar esta cocina a un público que no siempre asocia Tailandia con alta cocina. Y es que en España hay muy pocos restaurantes tailandeses que trabajen con esta atención al detalle, este respeto por la técnica y esta voluntad de emocionar.

Una empresaria atípica, una visión clara

Lo que hace único el caso de Estefanía Serrano no es solo su reconversión profesional. Es su mirada. En un sector dominado por modas, ha apostado por la coherencia. En un tipo de cocina donde es fácil caer en lo vasto —ajo recalentado, frituras densas, salsas planas—, ella ha elegido el refinamiento. Y lo ha hecho sin grandes alardes: escuchando, aprendiendo y dejando que hablen los platos.

A día de hoy, sigue volando como azafata, compatibilizando ambos mundos con naturalidad. Uno le ha dado el oficio del detalle; el otro, la oportunidad de demostrar que la alta cocina tailandesa también puede tener acento propio en Madrid.