Alberto Navarro, locura por México
Foto: JUAN PABLO ESPINOSA

Entre los cerros vestidos de encinos y las lomas teñidas de verde, donde se entrelazan huiza- che, nopal y uña de gato, en la raíz de la cuenca Lerma-Chapala-Santiago, se despliega un paisaje delineado por el azul profundo del agave tequilana Weber. En la tierra sagrada de El Arenal, no hay mejor interlocutor entre la mística del agave y la pureza técnica que Alberto Navarro.

Fue la combinación entre su capacidad para evolucionar y el llamado de un destino inevitable, lo que llevó a Alberto —consultor internacional en bebidas espirituosas, maestro tequilero, creador y CEO de Loco Tequila—, desde los paradisía- cos campos de agave hasta las entrañas de las destilerías más emblemáticas del mundo.

“Soy mercadólogo y durante mucho tiempo me dediqué al área de consumo, pero la búsqueda de nuevos retos me llevó a Casa Pedro Domecq”, detalla.



Alberto Navarro, locura por México
Foto: JUAN PABLO ESPINOSA

Su insaciable hambre de conocimiento lo impulsó a desentrañar cada proceso y los escenarios en los que los espirituosos cobran protagonismo. Pronto, su curiosidad se convirtió en un lazo que lo conectaría para siempre con el universo alquímico de las destilerías.

En la industria de los espirituosos hay muchos elementos que no tienen otras como el legado, y la pasión, que me enganchó desde el inicio”.

Mientras Navarro forjaba su carrera entre majestuosos campos de agave, el tequila atravesaba su primera gran crisis; una tormenta anunciada desde la última década del milenio pasado. En México, la disponibilidad de agave comenzaba a escasear, y el futuro de la bebida nacional se tornaba incierto. Sin embargo, la carrera de Navarro ascendía con una velocidad vertiginosa, en medio de un ambiente denso de desafíos.

Embajador de México

Mientras la bebida icono de Jalisco desafiaba prejuicios en el panorama internacional, Navarro asumió responsabilidades fuera del país. “Es un orgullo poder llevar un pedazo de mi tierra a otras naciones y eso me impulsó a convertirme en director comercial de Europa, África y Medio Oriente a los 35 años”.

Mezclando su orgullo por México y su incansable curiosidad, llegó a la docencia. A miles de kilómetros de los campos de agave azul, Alberto develaba los secretos de sus paisajes: “Me di cuenta de que llegaba a lugares donde la gente no sabía de tequila y empecé promover el aprendizaje en la industria”.

Alberto Navarro, locura por México
Foto: JUAN PABLO ESPINOSA

Un camino propio

Después de recorrer el mundo, Alberto se separó del ámbito corporativo para forjar camino propio como consultor y fue esa ruta la que lo llevó a escribir Larousse del tequila.

Navarro vio en este proyecto una oportunidad para condensar en palabras décadas de conocimiento y devolver todo lo aprendido, hitos que lo llevaron al podio de Gourmand World Cookbook Awards, en 2016, para recibir el premio de Mejor Libro de Destilados del Mundo.

Locura creativa

La inspiración para Loco Tequila, partió del espíritu disruptivo de sus fundadores, inspirados por la genialidad percibida como locura. “En el transcurso de la historia han existido propuestas tan disruptivas, que sus autores han sido denominados locos: en la pintura Dalí, en la arquitectura Gaudí… todo esto se resume en lo que llamamos locura genial propositiva y eso es lo que queríamos reflejar”.

La locura genial, propositiva y creativa es nuestro punto de existencia, lo que dio origen a Loco Tequila, el arte detrás de un destilado de clase mundial que no se puede replicar en ningún otro lugar”. 

A esta premisa se sumó la insistencia de Navarro en decantarse por el camino de la locura técnica desde una hacienda del siglo XVII. “Dentro de la antigua fábrica de tequila de la Hacienda La Providencia encontré procesos que me inspiraron mucho y eso me impulsó a crear una parte del proyecto. A través de Loco Tequila queremos mostrar un país de lujo y llevarlo a otras latitudes”.

El agua del bosque de La Primavera recorre 40 minutos entre tierra volcánica y mantos freáticos antes de regar los campos de agave de la marca, abrazados por el volcán de Tequila y el cerro de Amatitlán, que definen su clima.

“Estas condiciones nos permiten pensar en elaborar tequila de terruño. Utilizamos equipos y métodos ancestrales de la Hacienda La Providencia, como tanques de fermentación de madera, impregnados con levaduras que trabajaron hace cien años. Para desarrollar Loco Tequila formulo un blend, un proceso muy inusual en este destilado. Todo esto es el resultado de lo que he hecho durante toda mi carrera y nunca hubiera podido soñar crear este espirituoso sin mis experiencias pasadas”.

Alberto Navarro, locura por México
Foto: JUAN PABLO ESPINOSA

locotequila.mx 

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