
Un par de cuadras arriba de la dinámica Zona T de Bogotá se encuentra una propuesta gastronómica novedosa, que integra tradición y modernidad.
Sobre la Calle 85 con Carrera Séptima se encuentra Adriano. Un restaurante ubicado en el interior de Casa República, una casa neoclásica restaurada que conserva la estructura y carácter de la Bogotá republicana. Antes, el lugar había sido un club privado y hoy abre sus puertas para que los comensales descubran una nueva cocina española.
Pero su imponente arquitectura no es el único atributo que ha popularizado a Adriano en el último año. Su cocina con esencia ibérica fusiona lo mejor de la tradición y la modernidad en un menú sin jerarquías.
Según explica Felipe Giraldo, chef de Adriano y quien ha liderado proyectos como Bícono y Tremé, es una experiencia diseñada al ritmo del tapeo. En ese sentido, agrega, son platos pensados para compartir y conversar, mientras el tiempo pasa, sin distinció entre entradas y fuertes.
Cocina sin jerarquías
“La cocina española no es un concepto estático. Es un cuerpo vivo. Conservo lo esencial —la honestidad del producto, la paciencia del fuego lento— y rompo con el miedo a la evolución”, dice Giraldo sobre su cocina.
La carta incluye diversas tapas: croquetas de sobrasada y jamón, el crudo de atún con una versión propia de la salsa catalana, canelones de rabo de toro y las clásicas patatas bravas.

También presenta platos con más estructura: los huevos estrellados con txistorra y papas, la terrina de cochinillo prensado con puré de calabaza dulce, el arroz cremoso de gambas o el lingote de cordero braseado.

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