
Al cruzar las puertas de The Palm Mexico City, el bullicio de la ciudad queda atrás. El ambiente se transforma: maderas oscuras, luz tenue, manteles impecables y una galería de caricaturas de sus clientes más entrañables que observan silentes desde las paredes. Cada trazo cuenta la historia de una mesa satisfecha y cada rostro es testimonio de la devoción por su cocina. Desde sus fogones el chef José Luis Ronquillo orquesta una experiencia culinaria que rinde homenaje a las clásicas steak & lobster houses estadounidenses.
Aquí la razón por la que deberías pedir un Manhattan con tu próxima hamburguesa
Inspirado en el legendario The Palm, fundado en 1926 en el corazón del barrio italiano de Nueva York, este icónico restaurante llegó a la Ciudad de México hace casi tres décadas gracias a la alianza entre Grupo Presidente y Palm Management Corporation.
Los fundadores del concepto original, John Ganzi y Pio Bozzi, inmigrantes procedentes de Parma, Italia, sentaron las bases de lo que se convertiría en una institución gastronómica en Manhattan. Su visión fue evolucionando con el tiempo, incorporando ingredientes como la langosta de Nueva Escocia, que dio vida al célebre surf & turf, esa elegante combinación de mar y tierra que se ha convertido en un clásico global.

En la carta destacan los cortes de carne USDA Prime, seleccionados con rigurosidad y preparados a la perfección, así como la impresionante langosta jumbo, que representa la cúspide del lujo marino.
Homenaje a la técnica
En una ciudad que ha elevado la hamburguesa a objeto de culto, The Palm México se distingue con una versión que logra destacar en el panorama de un epicentro sibarita mundial: 400 gramos de carne de primera calidad, abrazados por un pan brioche delicadamente tostado, preparados bajo la mirada atenta del chef Ronquillo.
En busca de una mejor hamburguesa con tecnología
Aquí, cada detalle cuenta. La calidad de los ingredientes se acompaña de una ejecución impecable. Ronquillo no improvisa: aplica el carry-over cooking, que consiste en retirar la carne del fuego un punto antes de su cocción ideal, permitiendo que el calor residual termine la cocción y los jugos se redistribuyan en su interior. El resultado: cada bocado es puro equilibrio entre intensidad y suavidad.

La experiencia no termina en el plato. La carta líquida es una celebración aparte: cócteles clásicos con un giro contemporáneo, vinos seleccionados con esmero y más de 70 etiquetas de whisky que invitan a quedarse un poco más.
Tradición ilustrada
Las caricaturas que decoran las paredes de The Palm son el alma del restaurante. Esta tradición nació durante la Gran Depresión, cuando dibujantes de prensa —cuyas oficinas se encontraban en los alrededores del restaurante original— ofrecían retratos a cambio de un plato de comida. Décadas después, este gesto espontáneo se transformó en un emblema de la marca, inmortalizando a comensales y celebridades que han dejado huella en sus mesas.

The Palm
Hotel Presidente InterContinental Mexico City | Campos Elíseos No. 218, Col. Polanco.
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