Si bien nos encanta usar espárragos en pasta o frittata, la verdura primaveral por excelencia podría brillar más como solista. Con sólo unos pocos condimentos y el método de cocción que prefieras, puedes transformar los espárragos en un acompañamiento simple en mucho menos del tiempo que lleva tener la cena en la mesa.
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¿La desventaja de ese tiempo de cocción rápido? Es fácil cocinarlo demasiado, como sabrá cualquiera a quien se le hayan presentado tallos blandos. Debido a que la temporada local de espárragos es tan fugaz, hemos elaborado una guía para garantizar que siempre haya espárragos crujientes, tiernos y con un sabor fresco. Sigue leyendo para conocer todas las formas en que puedes preparar espárragos, desde escaldarlos y saltearlos hasta asarlos.
¿Cómo preparar espárragos?
Córtalos
La mayoría de los espárragos tienen extremos fibrosos y leñosos que querrás desechar o convertir en abono. Si bien puedes simplemente cortar la parte inferior de los espárragos, una forma más infalible de asegurarte de no romper ninguna de las partes comestibles es alinearlas sobre una tabla de cortar y recortarlaos con un cuchillo. En general, puedes saber dónde comienza la parte leñosa por el color de los espárragos; comenzarán a desvanecerse de verde a blanco en el punto que deseas recortar.
¿Es necesario pelarlos?
No es necesario, pero puede ser beneficioso si tienes tallos gruesos o si estás intentando hacer una ensalada de espárragos afeitados. Pelarlos también crea tallos más consistentes para cocinar y puede dar como resultado espárragos más tiernos. Para pelarlos, primero corta los extremos más leñosos, luego pélalos hasta la mitad desde la punta hasta la raíz con un pelador de verduras, dejando las puntas intactas. Puedes sostener lanzas más gruesas en la mano, pero para las más delgadas deberás colocarlas planas sobre una superficie para que no se rompan. Para obtener espárragos más finos, omite pelarlos por completo.
Al horno
Recorta los extremos leñosos de los espárragos y precalienta el horno a 425°F. Sazona ligeramente con sal y pimienta y rocialos con aproximadamente una cucharada de aceite de oliva. Colócalos en una bandeja para hornear o en una fuente para hornear y asa, volteándolos una vez, hasta que chisporrotee y esté ligeramente dorado, de ocho a 12 minutos, dependiendo del grosor de los espárragos.
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Salteados
Este método funciona mejor para espárragos finos o medianos. Recorta los extremos leñosos y luego córtalos en trozos de una pulgada, preferiblemente al bies para que queden bonitos. Agrega una cucharada de aceite o mantequilla a una sartén de hierro fundido u otra sartén a fuego medio. Agrégalos a la sartén en una sola capa, sazona con sal y pimienta y cocina de tres a seis minutos, hasta que estén de color verde brillante, revolviendo con frecuencia. (Los espárragos más finos se cocinarán más rápido).
Al vapor
Recorta los extremos leñosos. Hierve una pulgada de agua en una olla con una vaporera. Coloca los tallos en una sola capa. Cubre y cocina durante unos tres a cinco minutos. Retira con una espumadera y seca el exceso de agua con una toalla de papel.
A la parrilla
Reserva los espárragos medianos o gruesos para asar a la parrilla para evitar que se doren demasiado. Recorta los extremos leñosos; mientras tanto, enciende una parrilla o precalienta una sartén a fuego alto. Unta los espárragos con aceite y sazona con sal y pimienta. Colócalos en la parrilla y cocina, volteándolos ocasionalmente, hasta que estén tiernos, aproximadamente cinco minutos. También puedes usar su asador: precaliente el asador a temperatura alta, extiende los espárragos en una capa uniforme sobre una bandeja para hornear y asa durante ocho a 10 minutos, volteándolos ocasionalmente.
Blanqueados
Blanquearlos es una excelente manera de asegurar tallos crujientes y de color verde brillante, ya sea que los sirvas inmediatamente o los agregues a una ensalada o pasta. Pon a hervir agua con sal en una olla grande y ancha. Agrega los espárragos y cocina por uno o dos minutos. Retira con una espumadera y sumerge inmediatamente en un recipiente con agua helada para detener el proceso de cocción. Deja reposar hasta que se enfríe por completo y luego escurre.
¿Cómo almacenar espárragos?
Recorta los fondos y guárdalos en un frasco de vidrio en posición vertical con aproximadamente una pulgada de agua, luego cúbrelos con una bolsa de plástico. Durarán así unos cuatro días en el refrigerador.
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