Café turco, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad
Foto: Cortesía

Pocas bebidas tienen una historia tan rica y envolvente como el café. Desde las montañas de Etiopía hasta las mesas de las cafeterías otomanas, el café ha sido mucho más que una bebida: es cultura, ritual y conexión humana. Su versatilidad y la gran variedad de métodos de preparación han permitido que cada cultura lo acoja y adapte a sus propias tradiciones. Más allá de ofrecer una experiencia sensorial única, el café también sirve como vehículo de socialización y conexión entre las personas.

Te compartimos a continuación un recorrido por sus orígenes, el legado del café turco —reconocido por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial.

Café turco, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad
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¿De dónde proviene?

Los orígenes del café se remontan a las tierras altas de Etiopía, donde -según la leyenda- un pastor llamado Kaldi descubrió sus efectos estimulantes tras observar que sus cabras se volvían más enérgicas después de comer bayas de cierto arbusto. Desde allí, el café cruzó el Mar Rojo hasta la Península Arábiga, donde se convirtió en una bebida esencial en la cultura islámica.



En el siglo XV, los conventos derviches utilizaban el café para mantenerse despiertos durante las largas horas de oración. Con el tiempo, el café se extendió a Persia, Egipto y el Imperio Otomano, convirtiéndose en parte integrante de la vida social y cultural. Las primeras cafeterías, conocidas como “qahveh khaneh”, surgieron en Oriente Medio como espacios para debates políticos, artísticos y filosóficos, consolidando el papel del café no sólo como estimulante físico, sino también mental.

Café turco, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad
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Café turco, ritual y patrimonio

El café turco es uno de los métodos de preparación más antiguos y simbólicos del mundo. Conocido por su sabor intenso y su textura espesa, se prepara en una pequeña olla llamada cezve, donde el café finamente molido se hierve lentamente con agua y, a veces, azúcar. Reconocido por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, el café turco representa la hospitalidad y la tradición. Servido en tazas pequeñas y sin filtrar, invita a una pausa ritual, a menudo seguida de la lectura de la fortuna a partir de los posos (residuos de café) que quedan en el fondo.

Café que se bebe en las alturas

Conscientes del valor de la bebida turca y en consonancia con sus raíces culturales, este 2025 Turkish Airlines introdujo una renovada carta de cafés para los pasajeros de clase Business en vuelos de larga distancia, que ofrece desde el icónico café turco -un símbolo nacional- hasta opciones internacionales como el flat white, el iced latte y el espresso macchiato. Servido en tazas de cerámica y acompañado de dulces tradicionales como la delicia turca, el café se convierte en un ritual que mejora el viaje, reforzando el compromiso de Turkish Airlines de ofrecer una experiencia de viaje sensorial que refleje lo mejor de Turquía, incluso a 35.000 pies de altura.

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