Bodegas Conatvs: entre copas y volcanes, el alma vinícola de Fuerteventura

En el norte de Fuerteventura, donde el viento no descansa y el suelo se viste de ceniza volcánica, ha nacido una de las aventuras enológicas más singulares de Canarias. Bodegas Conatvs, ubicada en Lajares, no solo elabora vino: cuenta una historia de fe, memoria y arraigo. Una historia que se saborea en cada copa y que empieza mucho antes de que brote la primera uva.

El proyecto es obra de Pedro Antonio Martín Hernández, restaurador al frente del restaurante La Luna y ahora también impulsor de esta bodega que el pasado 9 de mayo inauguró sus nuevas instalaciones en un emotivo evento acompañado de autoridades, vecinos, artistas y amigos. Las uvas se convirtieron en protagonistas gracias a una performance teatral en la que variedades locales como la Malvasía o el Baboso Negro “hablaban” al público sobre su origen, su lucha contra el viento y su vínculo con la isla.

Una catedral bajo tierra excavada en lava

Las nuevas instalaciones, que suman más de 600 m², sorprenden por su integración con el entorno. Además del wine bar y las terrazas volcánicas con vistas infinitas, la joya de la bodega se encuentra bajo tierra: una cava excavada directamente en la roca volcánica, donde las barricas descansan en silencio, rodeadas de temperatura y humedad constantes. Allí, el vino duerme en un templo mineral que parece parte del propio volcán.



Este diseño no solo es espectacular, también resulta funcional. La visita permite recorrer los distintos espacios mientras se degusta junto al viñedo y se percibe cómo el mar, el viento y la lava han moldeado una viticultura extrema. El resultado es un enoturismo que no se limita a ver bodegas: aquí se vive el paisaje.

Vinos con voz propia

Los vinos de Conatvs no quieren parecerse a nada. Su propuesta es una declaración de identidad. El blanco Airam, elaborado con Listán Blanco, Malvasía y Diego, destaca por su perfil atlántico: salino, cítrico, con fondo mineral. Ideal para ceviches, mariscos o simplemente para brindar al atardecer frente al océano.

El rosado Conatvs Pink enamora con su color frambuesa y su boca afrutada, golosa y fresca. Es perfecto para arroces, platos especiados o como copa de bienvenida. Y luego está el tinto Baboso Negro, un monovarietal profundo, estructurado y galardonado con la Gran Medalla de Oro en el Mondial des Vins Extrêmes. Un vino que se impone, se recuerda y emociona.

Más que vino: un modo de habitar la isla

La bodega está asesorada por el enólogo Alberto González Plasencia, referente indiscutible en los nuevos vinos volcánicos canarios y responsable también de proyectos como Bodega Timanfaya en Lanzarote. Su enfoque respetuoso, centrado en variedades locales y en mínima intervención, encaja a la perfección con la filosofía de Conatvs.

La experiencia se completa en el restaurante La Luna, donde la cocina y el vino dialogan desde la raíz. Allí se percibe lo esencial: esto no va solo de vino, sino de habitar la isla con sentido. Bodegas Conatvs es una apuesta valiente que transforma el paisaje en relato. Y brinda, literalmente, por un futuro con identidad.

Tres vinos para entender Conatvs

  • Airam
    Blanco seco con Listán Blanco, Malvasía y Diego. Aromático, salino y cítrico, con fondo mineral.
  • Conatvs Pink
    Rosado de color frambuesa, boca golosa y perfil fresco. Ideal como aperitivo o con arroces.
  • Baboso Negro
    Tinto monovarietal profundo, mineral y con gran estructura. Un vino de emoción y carácter.

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