Olvídate del horno y prepárate para disfrutar del cheesecake más cremoso y delicioso que jamás hayas probado. Esta receta es fácil, rápida y no requiere de ningún conocimiento culinario avanzado.
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Con pocos ingredientes pero con el mismo sabor indiscutible del cheesecake tradicional, esta opción te permite una solución rápida para aquellos días en los que el tiempo apremia.
¿Se puede cocinar un cheesecake sin horno?
¡Por supuesto que es posible preparar un cheesecake sin horno! Y no sólo eso: en menos de una hora tendrás el postre listo para disfrutar. Además, no necesita mantequilla ni aceite para la base, por lo que esta opción es más saludable que la tradicional.
Ingredientes para un cheesecake sin horno
Para la base:
*200 g de galletas tipo María
*100 g de mantequilla derretida
Para el relleno:
*500 g de queso crema
*200 ml de nata para montar
*100 g de azúcar
*1 huevo
*1 cucharadita de extracto de vainilla
*1 pizca de sal
Para la cobertura:
*200 g de mermelada de frutos rojos
*50 ml de agua
*1 cucharadita de gelatina sin sabor
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Preparación del cheesecake sin horno:
Cómo preparar la base del cheesecake
1. Tritura las galletas hasta obtener una textura fina.
2. Mezcla las galletas trituradas con la mantequilla derretida hasta obtener una masa homogénea.
3. Forra un molde desmontable de 20 cm con papel de horno.
4. Vierte la masa de galletas en el molde y presiona bien para que quede compacta.
5. Refrigera la base durante 30 minutos.
Cómo preparar el relleno del cheesecake
1. Bate el queso crema a temperatura ambiente hasta que esté suave y cremoso.
2. Añade el azúcar y bate hasta que se integre completamente.
3. Incorpora el huevo y la vainilla y mezcla bien.
4. Monta la nata hasta obtener picos firmes.
5. Incorpora la nata montada al queso crema con movimientos envolventes.
6. Vierte el relleno sobre la base de galletas y alisa la superficie.
7. Refrigera el cheesecake durante al menos 4 horas, o mejor aún, toda la noche.
Cómo preparar la cobertura del cheesecake
1. Calienta el agua en un cazo hasta que hierva.
2. Retira del fuego y añade la gelatina sin sabor. Remueve hasta que se disuelva completamente.
3. Deja enfriar la gelatina ligeramente.
4. Añade la mermelada de frutos rojos a la gelatina y mezcla bien.
5. Vierte la cobertura sobre el cheesecake y refrigera durante al menos 1 hora más.
Consejos para un cheesecake perfecto
Para conseguir un cheesecake perfecto, asegúrate de que el queso crema esté a temperatura ambiente antes de batirlo. No batas demasiado la nata, ya que podría cortarse. Recuerda luego desmoldar el cheesecake con cuidado antes de servirlo. Por último, puedes decorar el cheesecake con frutas frescas, frutos secos o chocolate.
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