Hay establecimientos que engañan con el tipo de pescado que venden

A pesar de tener más de 700 especies para pesca comestible en México, hay unas mucho más populares que otras. En restaurantes y pescaderías no falta el huachinango, robalo, mero, salmón, atún y marlin, pero no siempre son lo que dicen ser. La obsesión por estas especies ha resultado problemática en varios grados, y uno […]

agosto 6, 2019

Hay establecimientos que engañan con el tipo de pescado que venden

Foto: Nguyen Linh / Unsplash

A pesar de tener más de 700 especies para pesca comestible en México, hay unas mucho más populares que otras. En restaurantes y pescaderías no falta el huachinango, robalo, mero, salmón, atún y marlin, pero no siempre son lo que dicen ser. La obsesión por estas especies ha resultado problemática en varios grados, y uno de ellos es que en realidad no hay tantos peces para abastecer la gran demanda que hay

Algunos establecimientos reemplazan las especies por otras. Para investigar si esto sucedía en México, Oceana —una organización global sin fines de lucro que protege a los océanos— tomó muestras de 133 pescaderías, supermercados y restaurantes en CDMX, Cancún y Mazatlán, para investigar si había sustitución de especies.

Para la campaña llamada GATOxLIEBRE realizaron pruebas a 400 muestras de ADN para determinar si los pescados que estaban vendiendo correspondían al nombre o no. En total descubrieron que el 31% de las muestras no eran lo que decían ser.

La sustitución de especies nos afecta de distintas formas, la más evidente es que los comensales pagan más por un pescado que en realidad es más barato. Esto también contribuye a la pesca ilegal, ya que nos hace pensar que estas especies abundan cuando en realidad están en riesgo por la sobreexplotación. Siguiendo esa cadena, se desconoce si las especies que utilizan para sustituir a las más populares están sufriendo de sobreexplotación. Además de que a los pescadores les pagan menos por productos a los que después les aumentan mucho el precio en el mercado.

Al final la investigación concluyó que 1 de cada 3 pescados que consumimos no son en realidad lo que pensamos y las especies más sustituidas son: marlin (95%),  sierra (89%), mero (87%), huachinango (54%), robalo (53%).

Entre los principales hallazgos fueron, el marlin es sustituido por atún aleta amarilla con regularidad pero una de cada cinco veces servían tiburón en vez de este pescado; el mero habitualmente fue cambiado por basa; la sierra es más sustituida en Mazatlán, mientras que el huachinango en la Ciudad de México pero ambos por pescados más baratos y de menor calidad; por último el robalo usualmente era pez conejo, corvina o esmedregal (pescados de buena calidad pero menos conocidos).

La causa principal de estas sustituciones es la pobre trazabilidad de los productos de mar, es decir el seguimiento que se da a los pescados y mariscos desde que salen del mar hasta que llegan a tu plato. Usualmente durante este recorrido son cambiados o re-etiquetados. Y el tema es que una vez que un pescado ha sido fileteado es complicado saber qué era en realidad incluso para quienes tienen conocimiento. Al final del día la mejor forma de evitar este fraude es consumiendo en lugares donde promuevan la pesca sustentable.


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