El Coliseo ha tenido una presencia masiva e imperdible en Roma, Italia desde el siglo I, cuando para escribir el año solo se necesitaban dos dígitos. Antes de la pandemia, más de 7 millones de personas visitaron el icónico anfiteatro anualmente. Aunque los números de este año aún no han sido revelados, al menos dos de esos turistas nunca olvidarán su visita, y tampoco sus cuentas de banco.
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De acuerdo con Corriere Della Sera, un estadounidense de 24 años y su amigo de 25 años conocieron a algunos oficiales de la policía italiana cuando se fueron encontrados en el interior del Coliseo horas antes de que abriera al público. Un transeúnte vio a los dos hombres sentados en un nivel superior del anfiteatro cerca de las 5:30 am y llamó a la policía. Cuando los oficiales llegaron, el hombre dijo que ellos “solo estaban tomando una cerveza”.
No causaron ningún daño, pero aún así esas dos cervezas madrugadoras les costaron €800 ($19,224 MXN) en multas por “incumplimiento de la prohibición de entrada a las zonas arqueológicas y ruinas de monumentos antiguos” fuera del horario de entrada permitido.
“Durante las primeras horas de la mañana del lunes algunas personas notaron la presencia de dos jóvenes bebiendo cerveza en el Coliseo, mirando hacia afuera en el segundo nivel”, dijo a CNN un portavoz de los carabinieri locales. “Ellos alertaron a una patrulla de policía cercana que luego detuvo a los dos jóvenes en Via dei Fori Imperiali”.
En una columna de seguimiento para Corriere Della Sera, el periodista Fabrizio Peronaci escribió que el Coliseo es crucial para que Roma vuelva a la normalidad, debido al número de visitantes internacionales que atrae. También resaltó la necesidad de protegerlo de invitados no autorizados, porque no todos solo quieren pasar el rato y tomar una cerveza.
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“La Roma monumental necesita todo menos grupos desenfrenados, escaladores nocturnos, vándalos armados con destornilladores que quieren rayar el nombre de su amada en el mármol milenario”, escribió, “”Sin embargo, la otra noche, los dos estadounidenses estaban allí, a horcajadas en el segundo anillo. Medio ebrios y felices. Recibieron una multa, pero ¿cómo no hubieran logrado llegar hasta allí? Si es tan fácil, escalar el Coliseo, con cerveza en mano, acaso no ¿también refleja un (serio) problema de vigilancia y prevención?”.
En una nota más ligera –bueno, más ligera para el resto de nosotros– esos $19,000 MXN podrían haber colocado esas cervezas entre las más costosas del mundo. En 2010 las madlads en el BrewDog de Escocia vendieron su cerveza ale de estilo belga de final de la historia de ABV ultra alta en botellas hechas de armiños taxidermizados o ardillas grises taxidermizadas. Solo se produjeron 12 botellas, y se vendieron en $16,390 MXN cada una.
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Ese mismo año, la cervecera australiana Nail Brewing vendió una sola botella de su Antartic Nail Ale, hecha con hielo antártico por $12,383 MXN. El fundador de Nail Brewing, John Smallwood le dijo al Heraldo de Sidney que un par de semanas después, produjo una segunda botella por $28.709 MXN. Y en 2015 la cervecería Storm de Vancouver vendió botellas de 10 litros de su 25 por ciento ABV Glacial Mammoth Extinction por $16,925 MXN cada una. Todas las botellas fueron individualmente creadas por un artista local, y cada una venía con un colgante hecho con un colmillo de mamut prehistórico de 35.000 años de antigüedad.
Ahora, eso probablemente hubiera valido la pena saborearlo desde el segundo nivel del Coliseo. Durante las horas del día, por supuesto.
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