Anatomía: La Guerrerense de Ensenada

Doña Sabina aprendió todo lo referente a la cocina del mar a través de su esposo Eduardo Oviedo y de sus suegros.

La mítica carreta de calle fue fundada en 1960 por los suegros de doña Sabina Bandera, alias “La Guerrerense”. Ella es la cabeza tanto de la carreta como del restaurante ensenadense y el local en CDMX.

La visita del chef Anthony Bourdain, en 2012, catapultó la fama internacional de este puesto, que ya tiene un local en el puerto de Ensenada y otro en la CDMX. A petición del mismo Bourdain, Sabina participó en un concurso de street food en Singapur, donde sirvió 10 000 tostadas de camarón con callo y pulpo, combinación con la que ganó el primer lugar.

Parte de la magia de La Guerrerense son sus salsas: trece combinaciones totalmente orgánicas y sin conservadores para acompañar las tostadas.

Los platillos más populares son la tostada de almeja con erizo, la Singapur con callo, la de camarón y pulpo, la de caracol y paté con callo. Algunas incluso han ganado reconocimientos internacionales. Todo el producto es súper fresco, lo traen de La Redonda, una zona que está a un par de horas del puerto de Ensenada.

Lo más sorprendente que les ha pasado es que una vez vendieron todos sus productos en un tiempo récord de dos horas.

De cuatro a cinco veces por semana manda marisco fresco para La Guerrerense, del Mercado Parián, en la Condesa. Sabina recomienda maridar sus tostadas con vino blanco o una cerveza bien fría de su propia marca.