Llega Ansa 2017, la nueva añada de la estrella de Bodega 202

Bodega 202 ha vuelto de la mejor manera posible: con una nueva añada de Ansa, la de 2017. Se trata de su buque insignia, su gran propuesta, y un gran vino a pesar de que ese año fue muy complejo para la zona. La firma ha cumplido este 2025 diez años de interesante actividad en Rioja Alavesa.

Luis Güemes, enólogo de la bodega, considera Ansa “un vino redondo que ahora está dando el do de pecho” a pesar de que 2017 fue un año complicado. Bajo su tutela, la casa ha ideado trabajos frescos y frutales, buscando los viñedos más altos en su subzona.

Para esta edición de Ansa, la mayor parte de la uva procede de una parcela de tempranillo en Elvillar plantada en 1943 a 550 metros de altitud, redondeada con una pequeña cantidad de un corro centenario plantado en Lanciego. Con vinificación por separado de cada parcela y tras una maceración prefermentativa, para conseguir esos aromas primarios de fruta roja, especias, flores fruta negra y violetas, Ansa 2017 pasó 18 meses en barrica de roble francés hasta su embotellado, en febrero de 2019.



Críticos como Tim Atkin han condecorado la añada con 94 puntos. Tiene un alma vibrante y frutal, de taninos finos y con la fuerza de la viña en cada copa. La delicada crianza y los seis años desde su puesta en botella han desembocado en un vino espectacular.

Luis Güemes, enólogo de Bodegas 202.

Un viñedo con identidad

La juventud de Bodega 202 no ha sido un obstáculo para su lugar destacado entre las firmas que persiguen vinos finos, elegantes y muy enraizados en la región de Rioja Alavesa. Es esa juventud la que lleva a relacionarla con el concepto de apuesta de futuro. Ciertamente, Bodega 202 tiene un futuro brillante por delante, pero también un presente formidable. Su receta: la viña como santo y seña de sus vinos.

Desde el comienzo, su propuesta fue perseguir las zonas más altas dentro de Rioja Alavesa. Sus viñedos están en Cripán, Elvillar o Salinillas de Buradón, único pueblo vinícola de la Sierra de Cantabria orientado al norte. La frescura de estas viñas se encuentra siempre en sus botellas. De hecho, a partir de este año contarán con el certificado ecológico, lo que incide en su profundo respeto hacia el origen.

Sus dos primeras referencias fueron Aistear y la propia Ansa. En 2019 llegó Airde, hecho solo con viñedos de Salinillas de Burandón y protegido al máximo con doce meses de barrica francesa de tercer vino. Su última incorporación ha sido Ostara, su primer vino blanco. Solo se llegó a él tras encontrar un componente multivarietal que refleje el alma de Rioja y la capacidad de guarda de sus blancos.

Sin prisa pero sin pausa

Bodega 202 nació en unas instalaciones que se podrían identificar como garage vinery. Aquella ubicación, ya legendaria para los miembros de la marca, cambia para instalarse debajo del Mirador de Páganos. También en término de Laguardia pero con un perfil más similar al de un châteaux.

Allí, en una parcela de tres hectáreas y media, Bodega 202 iniciará las obras de sus nuevas instalaciones entre viñedos de tempranillo y de viura con más de 55 años de antigüedad, a 600 metros de altitud. Un traslado necesario, no solo desde el punto de vista del crecimiento vitivinícola de la bodega, sino del compromiso total con el terruño para estar cada vez más cerca de la cepa.

Una proximidad que verá también la luz con el alumbramiento de Ansa Viñedo Singular, tras conseguir la acreditación por parte del Consejo Regulador de Rioja, que autoriza el uso en exclusiva de este viñedo en Elvillar, y que solo saldrá al mercado en años igualmente únicos.

Bodega 202 también tiene entre sus proyectos a corto plazo profundizar en el conocimiento de la garnacha, para la que han plantado en Viñaspre, a 640 metros de altitud, con la intención de elaborar un monovarietal con ella y de seguir perfilando los coupages del futuro para Ostara. También se le da margen en una parcela de dos hectáreas para
comprobar la expresión de variedades como la garnacha blanca, la malvasía, la sauvignon blanc y la Maturana blanca.

Un poco de historia sobre Bodega 202

Tras quedarse enamorados de los paisajes y viñedos de Rioja mientras realizaban el Camino de Santiago, el matrimonio estadounidense formado por Francis y Kathleen decidió fundar la bodega en 2014. Para ello delegaron el proyecto en Luis Güemes, vigneron, responsable del viñedo, bodega y vinos, al que se sumaría dos años más tarde Michael – hijo de Francis y Kathleen. Por eso les gusta llamarlo un “proyecto familiar”.

Situada en Laguardia (Rioja Alavesa), esta bodega boutique recurre a viñedos viejos propios repartidos por Labastida, Lanciego, Cripán y Elvillar, en las zonas más altas de Sierra de Cantabria, donde reúne las 25 hectáreas viñedo en las zonas más frescas y más elevadas de Rioja Alavesa con las que realizan sus vinos: reflejos de la modernidad riojana, combinando frescura, estructura y un gran potencial de guarda pero con el máximo respeto a la expresión del terruño.

Síguenos en: Facebook / Twitter / Instagram / TikTok / Pinterest / Youtube