Glou Glou comparte su esencia en Chuí
Chef Luis Pabón con la sommelier Gabriela Moreno | Foto: Jennifer Ornelas

El sonido del mar pareció viajar desde Puerto Escondido hasta la Ciudad de México aquella noche en Chuí. El chef Luis Pabón y la sommelier Gabriela Moreno, el dueto creativo detrás de Glou Glou, trasladaron la esencia de su cocina —vegetal, libre y profundamente sensorial— al corazón de la capital para ofrecer una cena que fue, más que un menú, una conversación entre tierra, vino y memoria.

Fiel al espíritu de Chuí, donde las raíces vegetales marcan el pulso de la mesa, la velada se compuso de cinco tiempos que exaltaron la frescura y la honestidad del producto. Todo comenzó con una tostada de flor de calabaza sobre salsa verde, continuó con un flatbread de alcachofa, chili oli y queso pecorino, y siguió con un brócoli a la parrilla acompañado de salsa macha, perejil y kale. Luego llegaron los hongos con puré de papa al carbón y yema de huevo, un plato que equilibró rusticidad y ternura. El cierre fue un mousse de chocolate y granada, una caricia dulce que selló la noche.

Glou Glou comparte su esencia en Chuí
Flatbread de alcachofa, chili oli y queso pecorino | Foto: Jennifer Ornelas

A cada plato, Gabriela Moreno —curadora de una cava que celebra la libertad líquida— acompañó con vinos que revelaron su carácter independiente y natural. De un Domaine de La Boheme blanco a un Les Temps Cerises tinto del Languedoc, pasando por expresiones naranjas y rosadas, la selección de Gabriela propuso un recorrido sensorial por la Francia más artesanal, aquella que entiende el vino como un acto de placer y conciencia.



El resultado fue una cena íntima y luminosa, donde los comensales sintieron la calidez de Glou Glou, ese espacio dentro de Casa TO que ha convertido la hospitalidad en un arte. En Puerto Escondido, el restaurante invita a disfrutar de desayunos y cenas a ritmo pausado, con vinos orgánicos, pét-nats y etiquetas ligeras que, como su nombre indica, fluyen con naturalidad.

Glou Glou nació en Buenos Aires en 2021, cuando Pabón y Moreno decidieron abrir su casa para compartir su visión con pequeños grupos. Desde entonces, su filosofía se mantiene intacta: celebrar los ingredientes de temporada, honrar la trazabilidad y crear experiencias que se sientan vivas. En Chuí, esa noche, lo lograron. Fue una pausa. Un respiro. Un recordatorio de que la gastronomía puede —y debe— sentirse como una conversación entre amigos que no quieren que se acabe la botella.

Glou Glou comparte su esencia en Chuí
Pinot Grisant, 2022 Jeux de vins, Alsacia, Francia | Foto: Jennifer Ornelas

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