
¿Eres de los que no perdonan ni un minuto de sol? ¿Te gustaría alargar la época estival con escapadas a menos de una hora de distancia desde distintos puntos de la península?
Mallorca se muestra como la isla ideal en septiembre y octubre cuando el clima da tregua y la masa de turistas va menguando. Y el insólito hotel boutique El Vicenç de la Mar, enclavado junto a la agreste Cala Vicenç, donde las olas rompen con furia creando imágenes bellas e impactantes imágenes, se erige como un opción muy atractiva para descansar y disfrutar de baños de sol.
En la pequeña Cala Molins (una de las cuatro que forman Cala Vicenç), a menos de 50 metros del hotel, hay dispuestas tumbonas para dedicarse al dolce far niente que permiten disfrutar de largas veladas de playa y lectura.

Rutas a pie y en bicicleta por los alrededores de El Vicenç de la Mar para conocer la naturaleza de la isla
Por su emplazamiento, instalaciones y servicios, El Vicenç de la Mar es un destino perfecto para quienes quieran disfrutar de actividades al aire libre como el senderismo o el ciclismo. La naturaleza salvaje del entorno promete deliciosas estampas y agradables paseos.
El hotel cuenta con un servicio de alquiler de bicicletas de la mano de Medfeel, y ofrece a los clientes aparcamiento para las bicis con sistema de seguridad, taller, lavadero, agua, de libre disposición, además de orientación sobre rutas adaptadas a distintos niveles.
Gastronomía en manos del Grup Santi Taura del chef homónimo
Este grupo es un referente en Mallorca en tanto su filosofía culinaria discurre, en mayor medida, en torno a la cocina mallorquina, y está implicado en la oferta culinaria de no solo El Vicenç de la Mar; también de otras cocinas del grupo hotelero mallorquín NYBAU, incluido Dins Sant Taura, el restaurante de alta cocina del chef.

U Mayol es la propuesta de restauración a pie de calle del hotel, un restaurante playero de espíritu abierto y con vistas a Cala Molins. De ambiente familiar y con servicio cercano, algunos de sus platos son representativos de la cocina mediterránea. Propuestas como la lechona de porc negre (el cerdo autóctono de la isla) asada con patató y su jugo; el arroz negro con chipirones crujientes; el rossejat de fideos con sepia y alcachofas, la caldereta de langosta o el pulpito de roca mallorquín a la brasa están entre sus platos más celebrados.
Además, en la carta cuentan con preparaciones foráneas o con tintes fusión como la smash Burger, el mini de calamares con pan chino, el wagyu a la brasa con chimichurri o lobster roll con patatas fritas.
De postre, es casi obligado degustar el excelente helado de almendra cruda, un clásico mallorquín.

U Vicenç, la propuesta fine dining en la azotea con vistas
Abierto solo por las noches, U Vicenç recibe, durante los meses más cálidos, en el fabuloso The Rooftop con vistas al Mediterráneo y a la montaña dentada de la sierra del Cavall Bernat.
Es en este espacio donde se ve de forma nítida la apuesta del Grup Santi Taura y del chef Santi Martorell por los productos locales, que lucen en todo su esplendor. Queso menorquín añejo, piñones mallorquines, hierbas aromáticas, pescados y mariscos locales y almendras de Mallorca son ingredientes presentes en los platos.

Masas de calidad insuperable
Un gran valor de la casa es la destreza del chef en la elaboración de masas. Las tartaletas son fuera de serie, capaces de aguantar cierta humedad sin perder textura; de crujir, de extraordinaria finura, elegante crujir y de elegante y sutil aroma y sabor a mantequilla.
El mismo talento muestra en la masa de buñuelos, de fritura impecable y gran fineza, en un brioche con la mantequilla presente en su justa medida y en el hojaldre del Wellington de calabaza con salsa de especias medievales, uno de los platos imperdibles de la carta.

Sello mediterráneo
Otras preparaciones como el canelón de berenjenas con salsa cremosa de pimiento rojo asado, la ensaimada rellena de guiso mallorquín de faraona y salsa de almendras o el cordero con salsa de vino rancio, verduras asadas y frutos secos dan buena cuenta de que uno está cenando en la isla mediterránea.
Muy apetecibles son los platos de inspiración francesa o atlántica como la ‘merluza con beurre blanc de hieras aromáticas, alcachofas, alga codium tempurizada e hinojo encurtido y la ‘lubina con emulsión de salsa verde y verduras asadas. Bien seguro que están en el punto de mira de cualquier comensal al leer la carta.
El pan, de excelente calidad, está elaborado por trabajadores con discapacidad intelectual de la Fundación Esment, una organización fundada en 1962 para que las personas con discapacidad intelectual y sus familias pudieran disfrutar de sus vidas en las mejores condiciones.
Para finalizar, la manzana asada, hojaldre con especias y helado de caramelo salado es siempre una buena idea.
U Vicenç funciona con carta y con menú degustación de 8 pases con el precio de 85 euros, maridaje aparte.

El plus de las piscinas y el jacuzzi privado
Algunas de las habitaciones cuentan con terraza y piscina privada, y el hotel suma a su oferta una piscina swimup compartida mirando al mar o jacuzzi privado al aire libre.

El Séptimo Arte, una posibilidad lúdica que redondea la estancia
En la misma planta donde está U Vicenç se halla un cine casi profesional con cómodas y amplias butacas. En la sala es posible visionar películas alojadas en las mejores plataformas de streaming, disfrutar de unas palomitas, una bebida soft, un combinado o una copa de vino o cava.
Sigue a la autora: @alexandrasumasi
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