Echaurren Tradición: la belleza de lo clásico

Platos que se comen con los ojos y presentaciones de toma pan y moja, en un entorno relajado y confortable, con un personal atento que ejerce sin mácula ni aspavientos su profesión, es el resumen de una experiencia gastronómica que el que la vive, la rememora.

La familia Paniego, esa saga de hosteleros y hoteleros riojanos que casi ni requiere presentación, hace del legado de la matriarca, Marisa Sánchez, un compendio de recetas de toda la vida con un plus: la estética aprendida y aprehendida en las más de dos décadas de Estrellas Michelin de El Portal de Echaurren, conseguida la primera en 2004 y la segunda, diez años después.

Una carta inabarcable

No es que la carta de Echaurren Tradición sea extremadamente larga, aunque sería tonto negar que está muy bien nutrida. Cualquiera que tenga una sensibilidad especial por la gastronomía, se pierde durante un largo rato entre los platos que conforman sus dos páginas. Es como si le dijeran: sus deseos son órdenes, ya que están cubiertos todos los caprichos de los sabores de toda la vida de la cocina española.



Estructurada en nueve secciones más dos propuestas de menú (45 y 95 euros), las apetencias de cualquiera son susceptibles de ser colmadas a un precio medio de 50 euros.

Imagen: cortesía Echaurren Tradición

Echaurren Tradición merece, al menos, una visita al año

Con cada reserva, muchos platos quedan en el tintero, lo que es una buena excusa para visitar el restaurante con cierta frecuencia. Colmenillas a la crema agria con foie, menestra de verduras, cogote de merluza de pincho al horno, calamares troceados en su tinta, pescados variados asados, propuestas de casquería y guarniciones de la huerta de Ezcaray.

Imagen: cortesía Echaurren Tradición

No solo hacen los platos salivar en el papel. Las descripciones certeras coinciden con la calidad de las preparaciones. En Echaurren Tradición, el comensal se da un baño de clasicismo gastronómico.

Capítulo aparte: las croquetas de doña Marisa

Son un icono de Echaurren Tradición que, sin remedio, también se sirven en El Portal de Echaurren. Receta de doña Marisa, matriarca de la familia, estas croquetas son de las más veneradas del país, incluso se erigen como patrimonio gastronómico de La Rioja. Son de agradable textura cremosa, con una bechamel muy fina y un rebozado sutil y, a la vez, crujiente. No hay carta alguna en el hotel Echaurren que no las incluya, no en vano no hay generación de comensales a la que las croquetas no haya conquistado. Tampoco falta en los eventos organizados en su precioso espacio La Arboleda del Sur.

Imágenes: cortesía Echaurren Tradición

Apartado de postres

Ni siquiera este apartado se salva del halago. Son postres clásicos elaborados a la antigua (algo que hoy es moderno) que permiten al comensal fantasear con una vuelta a la infancia. Flan, tarta de queso tradicional, pastel caliente y fluido de chocolate, torrija de brioche tostado con helado de queso y natilla ligera, fresas maceradas con vinagre y un toque de pimienta… la oferta abruma y convence.

Imagen: cortesía

Un espacio familiar y acogedor

Situado en el corazón del Relais & Chateâux hotel Echaurren en Ezcaray, que también alberga el dos Estrellas Michelin El Portal de Echaurren, Tradición es el restaurante al que cada domingo querrías volver con tu familia o amigos.

Imagen: cortesía Echaurren Tradición

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