Los bocados de Pintxoa Da 2025 conquistan el Santiago Bernabéu

La Pintxoa Da volvía a Madrid en su edición de 2025. El escenario para la fiesta fue el Espacio Mahou del estadio Santiago Bernabéu y el protagonismo se lo llevaron los 24 pintxos propuestos por los ocho establecimientos invitados. Cada local presentaba dos clásicos infalibles de sus cartas y una novedad para la temporada.

Antes de la degustación, hubo una corta presentación (el público tenía prisa por probar los bocados). El presentador televisivo Ion Aramendi dio paso a los ponentes: Mikel Ubarrechena, presidente de la Asociación Hostelera de Gipuzkoa; Jesús Santamaría, presidente del Instituto del Pintxo; Íñigo Olaizola, gerente de Fomento de San Sebastián y Azahara Domínguez, diputada de Turismo de la provincia.

Todos loaron al potente sector gastronómico de la provincia, de los más destacados del mundo. La patronal hostelera dedicó palabras para los pintxos, un plato que nació como ligero acompañamiento del vino y que actualmente es una referencia culinaria para entendidos y profanos. En concreto, Ubarrechena lo declaró “símbolo identitario, cotidiano y creativo” de Gipuzkoa.



Después de las declaraciones, las bandejas de bebida perdieron protagonismo en favor de los stands de los restaurantes. El espacio Mahou, con vistas privilegiadas al terreno de juego del Santiago Bernabéu, estaba lleno de invitados dispuestos a degustar los mejores pintxos vascos en Madrid. Tocaba lo mejor de Pintxoa Da Madrid 2025.

El momento de los pintxos

Entre los 24 pintxos a elegir estaba el holatxo de Zirta. El restaurante situado en Larraul ofrecía este bocado de hojaldre con anchoa ahumada, salsa de tomate a la brasa, encurtido de calabacín y pimienta de Espelette. La propuesta del chef Iker Uranga interpreta la tradición vasca con sensibilidad y una innovación controlada. Además, en la Pintxoa Da ofrecía otros dos clásicos: la mantequilla ahumada de Kea 1948 y el delicioso salmón con puerro del Betiko.

El holatxo de Zirta.

Por su parte, Muxumartin, un bonito local de la Parte Vieja de Donostia, ofreció su steak tartar de ternera y pichón con huevo frito. Su novedad era una mezcla de sabores delicados con un punto picante. La cocina de Diego Postigo, que da la vuelta a platos tradicionales con técnicas y mixtura de sabores, también tenía ensaladilla ibérica con trufa y tartaleta de txangurro con huevas de trucha.

El steak tartar de Muxumartín.

La siguiente propuesta partía del barrio donostiarra de Egia. Desde Taupada, el proyecto de Ander y David, surgía el bacalao en rojo. Su nuevo pintxo es una mezcla de colores y sabores, muy agradable en boca. Además, entre sus aperitivos tradicionales se encontraban un sabroso bombón de morcilla y un tartar de tomate.

El bacalao en rojo de Taupada.

Desde Tolosa llegaba el Frontón, un establecimiento con la firma de Sonia, su dueña, convertido en verdadero agitador gastronómico y cultural del municipio. Su novedad era un lingote de pastel, mezcla de merluza, espinaca y langostino. Sus dos imprescindibles, el matrimonio y el clásico de atún; dos aciertos asegurados para acompañar con un buen vino.

El lingote de pastel del Frontón.

Volviendo a la capital, Martínez, el bar de pintxos con más tradición de la Parte Vieja, ofrecía un trampantojo, una falsa vieira de bacalao y marisco. Los nueve metros de barra de este emblemático local, con 82 años de historia, han servido millones de pintxos a clientes de todo el mundo. Actualmente, Mikel Martínez continúa con un legado defendido en la Pintxoa Da por sus dos clásicos: el pimiento relleno y la “culebrilla”.

La falsa vieira de Martínez.

La Cervecería del Antiguo, con sus pintxos elaborados al momento, contaba con la novedad del brioche de secreto. Su propietario, Lucas Rey, trabajando desde los 17 años en el sector, lleva una oferta gastronómica elaborada con productos de primera calidad. Sus dos tradicionales eran un extraordinario bacalao con emulsión de pistachos y un exótico volcán de foie y mango.

El brioche de secreto de la Cervecería del Antiguo.

Ikili es una de las novedades de la temporada en el centro de Donostia. Su joven chef Aitor Martín propuso el brioche relleno de txangurro, un pintxo de sabor potente. Además, sus dos aperitivos tradicionales fueron los cogollos rellenos y el banderín donostiarra.

El brioche de txangurro de Ikili.

Por último, la Bodega Donostiarra contaba con un sabroso ajorriero con morcilla. Este establecimiento, nacido en 1929 como una red de bodegas, es un punto de encuentro imprescindible para el vecindario. Desde 2009, la cocina corre a cargo de Miguel Montorio, que ha sabido traducir la sabiduría de sus fundadores, Miguel y Pili, para convertirla en platos nuevos con la esencia de siempre. Sus dos clásicos fueron el Indurain y el salmón marinado.

El ajoarriero de la Bodega Donostiarra.

Estos 24 bocados son solo un pequeño adelanto del abanico de sabores y texturas de las barras gipuzkoanas. En resumen, Pintxoa Da Madrid 2025 fue el mejor plan para probar pintxos vascos y el espacio Mahou del Bernabéu, un lugar agradable. Pero el siguiente paso es ir hasta el País Vasco para continuar con esta degustación que une calidad, innovación y tradición.