Ya llegó una de las épocas más felices del año: la del pan de muerto. Y seguramente ya sabes cuáles son los lugares que más te gustan para comprar tus panes, así como ubicas perfectamente a esta pieza de pan también conocida como hojaldra, y que es común en casi todo el país.
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El pan de muerto tiene forma circular, un “huesito” o canilla en el centro, que representa el cráneo del difunto, y cuatro huesitos o canillas más, que representan los huesos y los puntos cardinales. Pero este tipo de pan se consume, sobre todo, en el centro del país. Hay variantes regionales en cada estado, y aquí te contamos sobre algunas de ellas.
Despeinadas: Estas rosquitas o donitas están hechas con pan de pulque y van espolvoreadas con azúcar rosa.
Muertes: Tradicionales del Estado de México, las muertes son panes con figuras humanas. Se hacen con yema de huevo y canela.
Almas: En Guerrero se prepara este tipo de pan que puede tener figuras humanas o de animales.
Rosca de vida: En Hidalgo se acostumbra la rosca de vida, un pan de consistencia dura que se adorna con huesos o canillas de manteca.
Bordado: En los Valles Centrales de Oaxaca, los panes de muerto se decoran haciendo alusión a los bordados que usan las mujeres de la zona; de ahí el nombre de este tradicional pan de muerto.
Pan de ofrenda: Tradicional de Michoacán, el pan de ofenda puede estar hecho con agua, trigo y sal o decorarse con colorante rosa. Al igual que en otros estados de la república, aquí el pan tiene formas humanas o de animales.
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