Botsuana o República de Botswana, está ubicada al sur de África, sin salida al mar y colindante con Zambia, Zimbawe, Namibia y Sudáfrica. Botswana se ha convertido en un destino elegido por sus áreas silvestres con profundas lagunas, exuberantes palmeras, colinas escarpadas y llanuras desérticas, pero sobre todo, por sus vida salvaje. El principal atractivo turístico del país es el desierto de Kalahari y el delta del Okavango, el delta interior más grande del mundo. Otros puntos destacados incluyen las impresionantes Salinas de Makgadikgadi, donde los visitantes pueden ver migraciones masivas de cebras durante la temporada de inundaciones; las llanuras de Savuti, que albergan una importante manada de leones; y las colinas de Tsodilo, donde 4,500 pinturas rupestres forman un registro único de asentamientos humanos a lo largo de muchos milenios.
Viajamos a Botswana de la mano de Wilderness, empresa líder mundial en conservación y hospitalidad, orgullosa de ser vigilante y protectora de los lugares salvajes más importantes de África, los cuales son escogidos con un claro propósito: salvaguardar la tierra y la vida existente, respetando el entorno y la costumbre de los animales y habitantes.
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Sus destinos abarcan más de 6 millones de acres de terreno privado, donde crean experiencias cercanas a la auténtica naturaleza de la zona. Sus viajes están diseñados a medida y combinan las experiencias salvajes con el confort de verdaderos hoteles de lujo. Visitamos tres de los destinos Wilderness más exclusivos: Mombo, Jao y DuMatau. Todos ellos, aunque diferentes, poseen elementos comunes que certifican la calidad de la marca tales como una arquitectura integrada en la naturaleza, artesanía y elementos decorativos sustentables, servicio impecable y cercano de los empleados locales, gastronomía regional y sostenible, mixología profesional, vinos, cervezas y destilados de Botswana y otras ciudades cercanas; y lo más importante, respeto absoluto al ciclo de la vida.
El plan en Mombo, Jjao y DumaTau es levantarse a la par del sol y salir a un game-drive (lo que supone horas de contemplación de la naturaleza en un coche), esperando encontrarnos con alguna escena memorable como la caza implacable de una presa, el avance de una familia numerosa de elefantes, la migración de las cebras o el ritual de apareamiento de los leones. De regreso al hotel, un lunch ligero y descansar en sus albercas o una sesión de spa, nos permite tomar fuerzas para regresar a la “caza” de imágenes únicas y ver el atardecer con una copa de champagne mientras decenas de hipopótamos y aves acuáticas embellecen el escenario. Las noches son perfectas para socializar y entablar conversación con viajeros de otras partes del mundo, probar recetas tradicionales con un toque actual y descubrir los maravillosos vinos sudafricanos (los sauvignon blanc y chenin blanc son excepcionales) o disfrutar de un gin tonic preparado con la aromática ginebra local Okavango, alrededor de una hoguera.
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MOMBO EN EL DESIERTO
Sabores de un África contemporánea.
Wilderness Mombo, en la isla Mombo, cuenta con ocho amplias suites elevadas del suelo construidas para descansar la vista sobre la llanura, que se asemeja a un mar infinito de colores ocres. A menudo podemos ver grandes concentraciones de animales frente al campamento sin salir de la terraza.
Cada suite dispone de las comodidades de un hotel cinco estrellas además de spa, gimnasio y piscina de entrenamiento y, muy cerca, un Wilderness Little Mombo, algo más modesto y destinado a familias. Pero lo que llama la atención de Mombo es sin duda su gastronomía. De la mano del chef Tonderai Chipfupi, original de Zimbawe, la gastronomía de Mombo se convierte en una experiencia en sí misma, con sabores especiados que salpican cada plato, y el uso de productos locales donde destacan las carnes de res, el cordero, el pollo y todo un mundo vegetal de semillas, frutas, tubérculos y brotes verdes.
Concesión Mombo, conocida como “el lugar de la abundancia”, está situada en el delta central del Okavango, y está repleta de animales salvajes: jirafas, cebras y lechwes rojos, elefantes, búfalos y depredadores como leones, hienas manchadas y leopardos. A lo largo del año el paisaje cambia gracias al ciclo anual de inundaciones, lo que atrae a numerosas especies de aves, convirtiéndose en un paraíso para los observadores.
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Sobre el chef Tonderai Chipfupi
De niño, su abuela solía repetir una y otra vez que sería una gran chef cuando el joven Tonderai improvisaba orignales recetas para su familia. Con más edad, comenzó a trabajar como mesero en un pequeño restaurante antes de estudiar Food and Beverage Management y trabajar en los mejores restaurantes de Cape Town. El gran salto lo pegó cuando se trasladó a Vancouver para trabajar con el chef Jean Georges, en el prestigioso Shangri-La Hotel. En 2019 regresa a África para unirse a Wilderness como chef ejectutivo. Actualmente dirige la cocina de Wilderness Mombo. “Nuestros clientes buscan experiencias nuevas durante todo el viaje, por eso les invitamos a descubrir ingredientes locales con los que trabajo de diversas maneras, aplicando diferentes técnicas a los sabores originales y procesos tradicionales”, explica el chef Tondi.
DESIERTO JAO en DELTA DEL OKAVANGO
Arquitectura modernista en la sabana
En el corazón del Okavango encontramos el impresionante Wilderness Jao, rodeado de vegetación y naturaleza salvaje. El acceso al hotel se hace a través de una biblioteca de dos plantas presidida por el enorme esqueleto de una jirafa, y sus cinco amplias suites y las dos villas con instalaciones privadas con duchas interiores y exteriores se encuentran a la sombra de un dosel de árboles gigantes. Jao dispone de camas al aire libre para poder ver las estrellas. El diseño modernista, la distribución de los espacios, el empleo de materiales como plástico reciclado o la cúpula que cubre la alberca imitando a un nido de pájaro, son detalles que convierten a Jao Wilderness en un verdadero oasis de bienestar.
El delta del Okavango es Patrimonio de la Humanidad, ya que es el delta interior más grande del mundo, con 15 mil kilómetros cuadrados. El magnífico río Okavango se extiende sobre las arenas secas del desierto de Kalahari formando este floreciente oasis con innumerables canales serpenteantes y lagunas cristalinas salpicadas de nenúfares.
DESIERTO DUMATAU EN CONCESIÓN LINYANTI
Una experiencia sobre el agua
Las aguas de Wilderness DumaTau rodean cada una de las suites, desde las que podemos observar regularmente manadas de elefantes que cruzan la laguna Osprey, por lo que Linyanti es tan famoso.
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Wilderness DumaTau funciona 100% con energía solar y cuenta con ocho suites que responden al más mínimo detalle. Además de vivir excursiones sobre ruedas, en DumaTau experimentamos actividades a bordo de un bote tales como pescar, ver el atardecer o disfrutar de un brunch mientras observamos la belleza de una familia de elefantes refrescarse en las aguas de la laguna. Un Wilderness Little DumaTau alarga el área construida junto a la laguna.
Situadas en el norte de Botswana, en la frontera con el Parque Nacional Chobe, las Concesiones Linyanti se extienden a lo largo del sistema fluvial Kwando-Linyanti. Durante la estación seca, el área alberga grandes manadas de impalas, ñus azules, jirafas y búfalos, así como la mayor densidad de elefantes del mundo. En la zona se encuentran varias jaurías de perros salvajes y con frecuencia se avistan leones, leopardos, guepardos y durante la noche se pueden observar criaturas nocturnas como civetas, ginetas, tejones de miel y liebres primaverales.
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Botswana, un abanico de sabores vibrantes
La filosofía culinaria de Wilderness en cada uno de sus camps, u hoteles, es absolutamente sustentable, local, equilibrada y llena de sabor.
Menús con conciencia. Con la sostenibilidad como principal valor, son conscientes del impacto medioambiental, por lo que sus menús intentan estar manipulados lo menos posible, usando ingredientes de productores indígenas.
Huella medioambiental. Su intención es reducir el impacto medioambiental, ya que son responsables de generar 30% de gases de efecto invernadero, motivo por el que todos sus vegetales llegan de la ciudad más cercana, Maun, y sus carnes son de Botswana y Zimbawe.
Reciclaje. El equipo de cocina dispone de un sistema de reciclaje de desechos que son empleados posteriormente en encurtidos o caldos, aprovechando el máximo rendimiento.
Ingredientes locales:
Mabele/ Sorghum. Granos indígenas procedentes del sorgo rojo ricos en proteína, que aguantan la sequía y son un gran antioxidante.
Millet. Semillas ancestrales consideradas un nutricereal, rico en fibra, proteína y vitaminas del grupo B.
Trufa Kalahari. Original del desierto Kalahari, no posee riqueza nutricional pero sí un gran aroma.
Baobab. Un excepcional superalimento, un fruto proveniente del “árbol de la vida” cuyas semillas en polvo son ricas en antioxidantes y vitamina C.
Marula. Una pequeña fruta destinada a jugos y mermeladas con usos medicinales contra enfermedades óseas, musculares y de piel. Sus pepitas son unos frutos secos deliciosos.
Morogo. Espinacas con una gran concentración de hierro preparadas normalmente con tomate.
Moringa. Cereal resistente a la sequía que se prepara en polvo para usos medicinales.
Ditloo. Un haba similar al chícharo muy valorado y poco disponible por su estacionalidad.
Queso Madila. Elaborado con leche de vaca y cuajado a base de plantas que le confieren un sabor particular.
Mothlwa y Mobao. Son hongos que surgen una o dos veces al año cultivadas con la ayuda de termitas.
Platos tradicionales:
Chakalaka. Receta muy especiada a base de calabaza, frijoles, cebolla y tomate. Se suele servir con carne y tortillas de harina.
Phatapa. Panecillos tradicionales cocinados sobre las brasas con un aroma ahumado delicioso.
Seswaa. Carne de ternera o de cabra desmenuzada y especiada, asada muy lentamente. Similar a la carne de una hamburguesa pero sin grasa y se suele servir en brocheta.
www.wildernessdestinations.com
Cómo llegar:
A través de Air France con escalas en París y Johannesburgo
A través de KLM con escalas en Ámsterdam y Johannesburgo
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