
Los mitos sobre el vino no son nada nuevo y la idea de que el vino añejo es mejor que el vino joven existe desde hace siglos. Pero, ¿cuánto hay de cierto en esta creencia tan común? Según muchos profesionales de la industria del vino, no mucho.
“Muchos piensan que los vinos más viejos son inherentemente mejores que los más jóvenes, pero ese no es el caso”, afirma Nikita Malhotra, sommelier en jefe de Pressoir.
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Malhotra afirma que las preferencias personales, incluidos los perfiles de sabor, la textura y la expresión, juegan un papel muy importante a la hora de decidir si alguien prefiere un vino más añejo o más joven. La edad no siempre es un factor.

Joao Castro, sommelier del restaurante con estrella Michelin Wild Honey de Londres, coincide: “La idea de que el vino añejo es mejor que el vino joven no siempre es cierta. Depende del tipo de vino y de cómo se haya elaborado”, afirma.
Las diferencias entre vinos más jóvenes y más viejos
Los vinos más jóvenes, independientemente de su color, tienden a ser más vibrantes y afrutados, mientras que los vinos más viejos a menudo muestran más evolución.
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“Los tintos jóvenes suelen tener taninos más audaces y notas de fruta más frescas, mientras que los vinos blancos jóvenes pueden ser frescos y vigorosos, con una acidez marcada”, dice Castro. “Los vinos tintos desarrollan notas secundarias y terciarias complejas como tierra, cuero o frutos secos, mientras que los blancos pueden ganar en cremosidad, profundidad y notas a frutos secos”.
Malhotra atribuye estas notas terciarias únicas a los sabores asociados con el envejecimiento en barrica, la fermentación y el paso del tiempo, más que a las uvas en sí. Utiliza como ejemplo la Syrah del norte del Ródano. “Una cosecha más joven tendrá grosella y frambuesa como notas dominantes, pero a medida que estos vinos envejecen, las expresiones saladas de apoyo de tocino, cuero y tabaco comienzan a tomar el control”, dice.

¿Cuándo es mejor tomar un vino más joven?
Castro dice que el vino más joven suele ser preferible para situaciones informales y para beber a diario. Su acidez vibrante y su predominio de la fruta crean experiencias brillantes y refrescantes.
Malhotra recomienda vinos jóvenes cuando se reúne con amigos. “He sido culpable de pedir un vino con una edad que cambia con cada sorbo, y se convierte en mi centro de atención en lugar de los amigos y colegas con los que podría compartir la botella”, dice. En estas situaciones, es mejor disfrutar de algo que sea placentero y permita que la conversación fluya.

Los vinos jóvenes también pueden ser más fiables junto a la comida.
“A menudo, se puede utilizar una añada más actual para resaltar un plato, por ejemplo, un crudo que necesita más acidez”, dice Malhotra. Esto se puede encontrar fácilmente en botellas jóvenes de vinos típicamente de alta acidez, como el Riesling seco de Alemania.
¿No quieres arriesgarte a que un vino tenga un buen rendimiento? Malhotra recomienda elegir un vino más joven.
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Apertura de vinos con distintas crianzas
Los vinos de añadas anteriores pueden brindar algunas de las experiencias más singulares y estimulantes. Sin embargo, saber cómo manipularlos es fundamental.
“Servir vinos más viejos es diferente a servir vinos más jóvenes, ya que son más delicados y requieren una decantación cuidadosa para separar los sedimentos”, dice Castro. Servir el vino a la temperatura adecuada garantizará que se resalten sus sutilezas y matices.

Una vez que un vino añejo ha reposado en posición vertical durante varias horas, Malhotra recomienda verterlo con cuidado. Además, ilumina el cuello de la botella con una luz mientras lo viertes para evitar que entren sedimentos en el decantador.
“Si necesitas que un vino más joven se abra, no tienes que ser tan delicado al tratar la botella, ya que quieres exponer el vino al oxígeno tanto como sea posible”, dice Malhotra. “Con un vino más viejo, estás luchando contra demasiado oxígeno, por lo que estás decantando por razones muy diferentes en cada caso”.

Todo es cuestión de gustos
Castro dice que no todos los vinos están diseñados para envejecer y que la mayoría de los vinos en el mercado están elaborados para un disfrute inmediato o a corto plazo.
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“Las notas primarias que se encuentran en los vinos más jóvenes son generalmente agradables. Sin embargo, cuando el añejamiento se hace correctamente, las botellas de añadas anteriores pueden ser de otro mundo”, dice Malhotra.
En verdad, hay muchos factores que se deben tener en cuenta a la hora de elegir la próxima botella de vino. Las preferencias personales, la naturaleza de la ocasión y el estado de ánimo son factores que influyen a la hora de disfrutar del vino. Y la edad es solo un número, ¿no?
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