Inquieto, extrovertido y siempre con ganas de aprender; así se describe Alejandro Angulo, director general de Casa de Leo. La propuesta gastronómica más reciente de Grupo Los Arcos y la empresa familiar que lo ha visto crecer y liderar la creación de nuevos proyectos como Cabanna y Lorenza.
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Inspirado por la volatilidad de la industria culinaria y restaurantera actual, así como por la constante innovación que la acompaña globalmente, Alejandro se ha dado a la tarea de mantenerse actualizado y generar nuevas ideas. Es exactamente esta última cualidad la que lo impulsó a imaginar el concepto general de Casa de Leo, ubicada en el centro de Tijuana.
Además de ser un proyecto que encontró su concepción como por arte del destino, Casa de Leo también surge como una apuesta innovadora basada en algo más que un estilo de cocina: un personaje. “Leo es un tipo de Hemingway al que le encanta viajar, se va a visitar Europa y luego se pasa a La Baja para probar de todo. Él es el anfitrión de una cocina que resulta como consecuencia de todas sus aventuras (…) Busca dejar huella con cada uno de sus platillos e invitar a todos sus amigos a disfrutar”, nos cuenta Angulo.
Un restaurante que se inspira en vivencias
Así, cada una de las recetas de Casa de Leo se ve enriquecida por el mundo que lo rodea: el mar, el campo y el valle. Esto lo convierte en un bistró sin fronteras que ofrece platillos que van desde tiraditos y ceviches hasta cortes de carne, tacos, ensaladas y pastas; elaborados de la mejor manera y con una especial atención a la calidad de cada ingrediente. Por la privilegiada ubicación geográfica de su morada, Leo se encarga de buscar lo mejor de los alrededores y hasta del Puerto de San Pedro en Los Ángeles, el más importante del globo terráqueo, renovando su menú con cada temporada.
Leo no solo aprende cosas importantes de cada uno de sus viajes, sino también de sus amigos. Su carta de vinos la creó junto a Miguel Torres “El Chupacavas”, un colega experto en este mundo que logró integrar etiquetas exclusivas y seleccionadas para todos sus comensales. “Nos enfocamos en vinos no comerciales, la importancia de su año de creación, la uva y la región; además de tener lo mejor en relación precio-calidad, por ejemplo la mejor etiqueta del mercado que puedas probar por mil pesos o por dos mil (…) El 80% son etiquetas exclusivas de Casa de Leo que no vende nadie más en Tijuana”, menciona Alejandro.
El hogar lo hace la gente
Adicionalmente, Leo se encarga de valorar enormemente el talento de sus amigos y lo que tienen por ofrecerle a cada uno de sus invitados. Por eso, quienes colaboran en su cocina son expertos en su rama, desde quien prepara la sopa y el pan hasta los postres, como en el caso de su mancuerna junto a la Chef repostera venezolana Vanessa Franco.
La Casa de Leo no ha construido sola su historia, pues siempre ha tenido el apoyo incondicional de sus amigos tijuanenses, añadiendo incluso recetas que ellos mismos le han compartido, como la de su delicioso pie de plátano. “Los clientes dejan su huella en nuestra cocina, elaboramos nuestro menú junto a ellos y escuchamos lo que quieren”, dice Alejandro.
Claramente, el viaje en ascenso de Leo está lejos de terminar. Hoy, su siguiente destino en la mira es Guadalajara: una ciudad llena de nuevas experiencias, gastronomía, tequila, mariachis, arte y hasta deporte. “El libro de Leo está abierto para escribir nuevas historias ahí, es una ciudad que tiene todo (…) estamos emocionados por abrazar a nuestros nuevos amigos por allá”, añade Angulo.
¿Dónde?: Plaza Paseo Chapultepec, Tijuana, México.
Lo que tienes que probar:
El Taco Leo, los Camarones Mediterráneos y, como postre, el Creme Brulee de Arroz con Leche. Para acompañar, una copa de vino blanco Attis Mar, recomendado por su sommelier Miguel Torres.
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