La promesa de un bizcochuelo -o bizcocho- alto, ligero y esponjoso es un objetivo que muchos aspiran alcanzar, pero que a menudo resulta esquivo. Esta preparación a base de huevos, azúcar y harina suele ser la preferida a la hora de combinar con diferentes rellenos no sólo por la delicadeza de su sabor, sino también por su buen cuerpo.
También puedes leer: Cómo hacer el tinto de verano más delicioso: el paso a paso
Claro que no siempre sale como lo deseas. A veces queda chato, en otras ocasiones, la cocción no es pareja o quizá, te encuentras con grumos de harina que definitivamente hacen que el bizcocho pierda encanto. Aprende todos los secretos para decirle adiós a los intentos fallidos en tu próximo bizcochuelo.
La Importancia de los ingredientes para un bizcochuelo esponjoso
Presente en cada cumpleaños infantil y habitualmente combinado con majar o mermeladas, se cree que el bizcocho o bizcochuelo fue creado en el 1700, por un pastelero ligur llamado Giobatta, afincado en la zona de Madrid. La receta cruzó fronteras y océanos y llegó incluso a América Latina adquiriendo diferentes variantes. En cualquier caso, la base de la preparación radica en la elección cuidadosa de los ingredientes. Optar por ingredientes frescos y de alta calidad es esencial para obtener resultados óptimos.
* 4 huevos a temperatura ambiente
* 200 g de azúcar granulada
* 200 g de harina de trigo común o harina para todo uso
* 1 cucharadita de polvo de hornear
* 1 cucharadita de esencia de vainilla (opcional)
* Una pizca de sal
También puedes leer: La receta fácil para hacer el mejor cheesecake sin horno
Cómo hacer un bizcochuelo esponjoso, paso a paso
1. Precalienta el horno:
Precalienta tu horno a 180°C (350°F). Engrasa y enharina un molde para bizcochuelo de aproximadamente 22-24 cm de diámetro. Es importante precalentar el horno para asegurar una cocción uniforme y un levantamiento adecuado del bizcochuelo.
2. Prepara los ingredientes:
Separa las claras de huevo de las yemas en dos tazones diferentes.
3. Bate las claras:
Luego de agregarles una pizca de sal, comienza a batir las claras con una batidora eléctrica a velocidad media hasta que formen picos suaves.
4. Bate las yemas de huevo:
Luego, bate las yemas en otro tazón con el azúcar granulada hasta que la mezcla esté pálida y espumosa. Agrega la esencia de vainilla, si estás usando.
5. Mezcla los ingredientes secos:
Tamiza la harina y el polvo de hornear juntos en un tazón aparte para asegurar que estén bien combinados y libres de grumos.
También puedes leer: 2 versiones de pavlova de frambuesa: una saludable y otra más golosa
6. Incorpora los ingredientes secos:
De manera gradual, agrega los ingredientes secos a la mezcla de yemas de huevo y azúcar, batiendo a velocidad baja hasta que estén apenas combinados. No sobre-mezcles en esta etapa para evitar desarrollar demasiado gluten, lo que podría resultar en un bizcochuelo denso.
7. Incorpora las claras batidas:
Con movimientos suaves y envolventes, incorpora las claras batidas a la mezcla de yemas y harina. Trata de no perder el aire que has incorporado en las claras, ya que esto es crucial para lograr un bizcochuelo esponjoso.
8. Vierte la mezcla en el molde:
Vierte la mezcla en el molde preparado y golpea suavemente el fondo del molde contra la encimera para liberar cualquier burbuja de aire atrapada y nivelar la superficie de la masa.
9. Hornea el bizcochuelo:
Coloca el molde en el centro del horno precalentado y hornea durante aproximadamente 25-30 minutos, o hasta que el bizcochuelo esté dorado en la parte superior y un palillo insertado en el centro salga limpio.
10. Enfría y desmolda:
Una vez horneado, retira el bizcochuelo del horno y deja que se enfríe en el molde durante unos minutos antes de transferirlo a una rejilla para que se enfríe completamente. Cuando se haya enfriado por completo, desmolda el bizcochuelo con cuidado y está listo para servir o decorar según tus preferencias.
Síguenos en: Facebook / Twitter / Instagram / TikTok / Pinterest / Youtube