
¿La gastronomía es una ciencia? Muchas personas la consideran como tal, ya que la transformación de los alimentos requiere técnicas, procesos y métodos que se aplican a través de las recetas hasta obtener el platillo final.

Si nos remontamos a la historia, la gastronomía se empezó a profesionalizar a partir del siglo XIX, cuando se desarrollaron estudios más sistemáticos sobre la alimentación, la nutrición y la química de los alimentos. Sin embargo, los fundamentos de esta idea comenzaron mucho antes.
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A pesar de que en la antigüedad y en la Edad Media no se hablaba de la “ciencia” de la gastronomía, ya se documentaban recetas y técnicas culinarias, y se valoraban las propiedades saludables de ciertos alimentos. Civilizaciones como los griegos y romanos escribieron sobre la dieta y la salud.

En el Renacimiento y Edad Moderna se expandieron los conocimientos sobre ingredientes y técnicas culinarias gracias al avance de la ciencia y la exploración.
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Fue hasta el siglo XIX que la gastronomía se estableció formalmente como una disciplina con la publicación de “La fisiología del gusto” (1825) de Jean Anthelme Brillat-Savarin. En esta obra, la gastronomía se define como “el conocimiento razonado de todo lo que se refiere al hombre en cuanto a su alimentación”. Al mismo tiempo, avances en química, como los trabajos de Justus von Liebig, profundizaron en la comprensión científica de la preparación de los alimentos.

A partir del siglo XX la gastronomía evolucionó hacia la “ciencia de los alimentos”, con un enfoque multidisciplinario que incluye nutrición, tecnología de alimentos y análisis sensorial. Se crearon centros de investigación y se desarrollaron técnicas como la cocina molecular, que aplican principios científicos en la preparación de platos.

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