Fuckup Nights: una noche para reírnos de los fracasos

Poco escuchamos acerca de las “metidas de pata” de los grandes empresarios, periodistas o CEOs del mundo. Tenemos la idea de que los errores son algo malo y que debemos de superarlo. Pero es precisamente de los fracasos donde aprendemos más. ¿Qué es Fuckup Nights? Es un movimiento a nivel mundial que nace en México […]

junio 7, 2018

Fuckup Nights: una noche para reírnos de los fracasos

Foto: Cortesía Levain & Co.

Poco escuchamos acerca de las “metidas de pata” de los grandes empresarios, periodistas o CEOs del mundo. Tenemos la idea de que los errores son algo malo y que debemos de superarlo. Pero es precisamente de los fracasos donde aprendemos más.

¿Qué es Fuckup Nights?

Es un movimiento a nivel mundial que nace en México pero tiene presencia en más de 250 ciudades de 80 países. La finalidad de este espacio es compartir historias de fracaso. Profesionales, empresarios, emprendedores y público en general intervienen con conversaciones sobre resiliencia, transparencia y vulnerabilidad. Esto con el objetivo de generar un cambio de mentalidad y motivar al público a alcanzar objetivos sin temerle a los errores.

Loredana Flores

En esta edición FUN San Miguel fue la primera vez que grandes chefs se atrevieron a revelar sus más grandes fuckups y en la que Food and Wine en español fue media partner. En una noche muy amena en el Garage de Dos Casas Hotel & SPA Donnie Masterton de The Restaurant,Alan Carias de Trazo, Francisco Ibáñez de Moxi, Israel Loyola de Jacinto 1930, Olivier Deboise de Áperi y Luc Monzies, productor de Bodega Orgánica platicaron sin tapujos sobre sus errores en la cocina.

Cortesía Levain & Co.

Cortesía Levain & Co.

Los testimonios en general fueron conmovedores. Por ejemplo, Israel Loyola platicó que tuvo que abandonar sus estudios y salió de Huajuapan de León con solo 100 pesos en la bolsa para probar suerte en el mundo de los fogones en Oaxaca. También nos enterneció Luc Monzies, quien se sumergió en el poder y lo perdió todo. Pero hizo un cambio y con esfuerzo y hambre de ayudar al planeta tierra, ahora se dedica proveer alimentos orgánicos sin cobrar un solo peso. Cada uno de estos testimonios coinciden en un punto: hacer las cosas con el corazón.

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